Príncipe azul

Sí, soy azul ¿Qué pasa?
El príncipe azul era un misterioso príncipe metrosexual de un reino desconocido con una extraña enfermedad parecida al vitíligo, ya que en vez de desteñirse, su piel se hizo azul. Otros señalan que era un vampiro, pero la teoría más aceptada es que era un pitufo. Los viejos del lugar lo describen como un joven bien plantado con un fajín o cinta alrededor de su uniforme principesco, y a menudo pequeño y lustroso bigote. En muchas representaciones habla con acento francés o británico. Todo esto indica que en realidad es un farsante y todo apunta a que era un gitano rumano. El caso es que era un mujeriego y polígamo que iba a caballo a reinos lejanos en busca de princesitas. Entre sus víctimas están Blancanieves, La bella durmiente y Cenicienta. 

Biografía

Nació en Rumanía, siendo un lindo pitufito diminuto. Acomplejado, decidió someterse a varias operaciones para hacerse normal. Tras años de fracturar y enderezarle las extremidades en una silla de ruedas, se puso de pie y vio que había valido la pena. Luego decidió ir más allá y operarse la cara, y ya que estaba, se alargó el pene. Decidió comprarse un caballo e ir buscando princesitas para dar el braguetazo. 

Vida amorosa

Con Blancanieves
La primera en caer en su harem fue Blancanieves. La conoció cuando unos enanos la metieron en un ataúd de cristal. La despertó con un beso de amor. Notó que sus labios estaban pegajosos, pero no preguntó el motivo, ya que se temía lo peor y aveces es mejor no saber según qué cosas. Fueron al castillo y vivieron felices hasta que Blancanieves se hartó de comer perdices y pidió el divorcio, quedándose con la mitad del patrimonio del príncipe.

La siguiente fue una narcolépsica, llamada La bella durmiente. Esta mujer también estaba inconsciente cuando la conoció, cosa que ya hacía sospechar que este príncipe era un poco necrófilo. Por lo visto había tenido un accidente laboral pinchándose con una aguja y quedó dormida. En el trabajo pensaban que era un timo y que se hacía la enferma para cobrar el seguro de enfermedad, ya que nadie queda en coma por pincharse el dedo con una aguja. Enviaron a un perito y dictaminó que realmente estaba en coma.
El príncipe azul se enteró de la noticia y montado en su corcel fue allí. Cuando llegó al lecho de oro y plata, se inclinó y posó sus labios sobre sus tetas, aunque la versión oficial fue que había sido en las rosadas mejillas de la hermosa joven. El príncipe azul ayudó a la princesa a levantarse y vio que su ropa estaba anticuada y el aliento tiraba para atrás, pero pensó que mejor no se lo decía.
La Princesa despertó y todos comenzaron a bailar de alegría en una fiesta en la que hubo alcohol y enanos con bandejas en la cabeza con cocaina. Cuando el príncipe se despertó, estaba casado con la princesa y esto hacía que estuviese casado con dos mujeres a la vez.
Estresado, se fue de fiesta durante tres días en la que conoció a Cenicienta, que para variar, si estaba consciente. Bailó con ella y tras unos días de tensión sexual no resuelta, tuvieron un affair en un hotel, pero al día siguiente ella ya no estaba. Meses después volvió a la habitación del hotel y usó el ADN de las bragas de ella que estaban aun pegadas en la pared. Salió a la búsqueda de la chica de casa en casa haciendo pruebas de ADN a diestro y siniestro. Tras visitar todas las casas y aterrorizar a todo el reino, la encontró. Fue entonces cuando le confesó que también ella le estaba buscando para que se hiciera una serie de pruebas porque padecía sífilis. En esta ocasión se casó por el rito zulú.
Llegó un momento en que se le fue la mano y le pillaron. El Juzgado de instrucción número 8 de Un lugar muy, muy lejano, archivó la denuncia por un tecnicismo legal. Según testigos, la esposa que presentó la denuncia fue a retirar la denuncia acompañada de un hombre de la confianza del príncipe azul, del que dijo que no había recibido presiones. Pero como este es de los que no aprenden, lo volvieron a pescar. Esta vez fue declarado culpable y condenado a ser convertido en una rana o un sapo, hasta que le bese una princesita. 

Últimos días

La versión oficial es que acabó suicidándose por las deudas del juego y por una fuerte depresión Pero lo cierto es que fingió su propia muerte y puso rumbo a México. Se cambió el nombre por El zorro y luchó contra las injusticias cometidas por las autoridades y defender a los oprimidos. Le pillaron casado con cinco mujeres y lo colgaron por las pelotas en la plaza mayor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Isabel Díaz Ayuso

Risto Mejide

Desembraga a fondo