Anne Germain
Secándose las lágrimas de la risa que le da tanto primo suelto |
Se ganaba la vida haciendo creer que ve fantasmas.
Ni siquiera es buena engañando. Simplemente aprovecha la parte más vulnerable del ser humano, la que desea que los seres queridos que han muerto sigan existiendo de algún modo, para engañar a sus víctimas y sacarles el dinero.
Su mayor ventaja es que el público que iba a sus programas o era creyente o complaciente, ya que le han dado un bocata.
Dispone de varios trucos para convencer a sus víctimas de que realmente hace lo que dice que hace. El primero es recopilar previamente información de sus interlocutores para devolvérsela como si se la contaran desde el Más Allá. En el caso de los famosos es mucho más fácil. También recurre a espías entre el público que antes de la grabación del programa recogen información de los asistentes escuchando sus conversaciones o pidiéndosela directamente y luego se la transmiten por un auricular.
Otro método es cuando directamente la víctima le da la información, que éste le devuelve como si se la hubieran transmitido los espíritus. A través de preguntas y comentarios, guiándose por las respuestas conscientes e inconscientes del sujeto, presenta como una revelación desde el Más Allá.
El chiringuito se le fue a la mierda cuando ex trabajador del programa reveló que el equipo de la médium le pasaba un dossier del invitado con lo más llamativo de su vida, y que usaba un pinganillo oculto. Ella intentó defenderse, pero lo hizo de pena y se metió aun más en el charco.
Después se vio envuelta en el mayor escándalo de corrupción español, aquel que tiene como protagonista al yerno del Rey, Iñaki Urdangarín. Por lo visto viajó de forma astral hasta Baleares para hablar con los muertos de Iñaki. O algo así
Pese a sus antecedentes estafadores que se publicaron en los medios, siguió haciendo su espectáculo y llenaba los teatros.
Hoy en día sigue haciendo lo mismo pero a menor escala.
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