Dilema cebollista de la Tortilla de patatas

El dilema cebollista de la Tortilla de patatas hace referencia a la agria polémica que existe entre concebollistas y sincebollistas desde que se inventó allá por la época de Colón.

Es una cuestión compleja. Ha habido opiniones de todo tipo. Algunas muy interesantes de grandes intelectuales contemporáneos y otra de foreros de ForoCoches.

Es tal su envergadura que cuando Eduardo Madina reconocía en Twitter preferir la tortilla sin cebolla algunos achacaron a este comentario a su posterior derrota en las primarias del PSOE. Hay cosas con las que no se juega.

De hecho, si pones la archiconocida escena de la tabla de Titanic se puede ver cómo Rose suelta la mano de Jack y le susurra por lo bajo “y esto, por no echarle cebolla a la tortilla”.
No es debatible si con patatas o sin ella, ya que sin patatas sería tortilla de maricas o de franceses.

Historia

No sé quien eres ni lo que buscas
Pero si eres sincebollista...
Te encontraré y te mataré
Al parecer existían dos grupos: la gente que adoraba la tortilla y la gente que adoraba la cebolla. En el ánimo de aglutinar a todos, los analistas de la época pensaron en fusionar ambas cosas y contentar a todos.

El razonamiento parecía impecable, pero aunque hubo muchos a los que efectivamente les gustó la mezcla, resultó que había quienes eran fanáticos de la tortilla pero que no toleraban la cebolla, y quienes eran adoradores de la cebolla pero que consideraban la tortilla poco menos que comida propia de burgueses. 

La mezcla no tuvo la suma exacta que se previó al principio. Y en esas estamos todavía unos siglos después: preguntándonos si es mejor con cebolla o sin cebolla.

El dilema, entonces, al principio procura elevarse a cuestiones metafísicas, con un planteamiento metafórico. Más tarde empezaron las hostias.
Se desencadenó una cruenta batalla entre cebollistas y sincebollistas que acabaría durando hasta nuestros días.

La Primera Cruzada Cebollista fue convocada por Fernando El Católico y tuvo gran acogida. Surgieron numerosos voluntarios dispuestos a acabar con los sincebollistas. Los sincebollistas fueron derrotados y enviados a campos de reeducación concebollistas.

Luego hubo muchas más cruzadas con resultados dispares. En una incluso se acordó que cada uno se la comiera como le saliese del pito, pero no duró mucho.

Está escrito en la séptima profecía maya que el colapso de la civilización se producirá por una nueva disputa entre concebollistas y sincebollistas de la tortilla de patatas. 

Argumentos

Sincebollismo y comunismo
Según los sincebollistas hay quienes esgrimen razonamientos etimológicos y aseguran que la tortilla de patatas debe de ser sin cebolla porque de lo contrario se llamaría tortilla de patatas y cebolla.

Si la haces sin cebolla evitas el lagrimeo producido en el corte de la misma y que se te pongan los ojos como en el inicio de un anuncio de colirio.
Que la tortilla con cebolla solo sirve para enmascarar la baja calidad de los huevos y/o de las patatas y la poca destreza del cocinero.
Claro hombre, y los cubatas no llevan agua pero bien que le metes hielos, tunante.
Seguramente los sincebollistas son como los conservadores homófobos, que en su intimidad y en secreto se las comen con cebolla con placer culpable.

Según los concebollistas, la tortilla de patatas con cebolla es más sabrosa, o en eso coinciden la mayor parte de los cocineros.
Cuado la tortilla se hace a si misma, despacio y a fuego lento, la cebolla se funde con la patata en una abrazo inseparable en el que el todo es mayor que las partes. Su ser final, en una de las elaboraciones es homogéneo, inmovil y perfecto; igual en todas sus partes.

Conclusión

Están los que le gustan la tortilla
 con cebolla y los que
no tienen NI PUTA IDEA.
La gente que le quita la cebolla a la tortilla, o la lechuga y el tomate a la hamburguesa, o los que hacen la carne hasta dejarla gris por no ver nada ni de lejos parecido a la sangre, o los que van apartando ingredientes de la paella, son como la gente que le tiene miedo a las palomas. Para ellos los raros somos los demás que no tememos a ese animal infernal.

Está claro que la tortilla debe ir con cebolla. Es un asunto patriótico. Sin ella sabe más a huevo revuelto o la mierda esa de tortilla francesa.
Si eres un marica francés es tu problema. Coge tus cosas y vete a vivir con los maricones franceses y cobardes que se rinden al primer nazi que ven. Vigila bien tu espalda o amanecerás encebollado.

Es obvio que la Tortilla Española siempre lleva cebolla, de lo contrario sería una Tortilla Francesa con Tubérculos.

Obviamente esto es una distorsión de la realidad, probablemente introducida por hakers Rusos o el Mossad, en una campaña de intoxicación y desinformación como tantas a las que nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos.

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