Martina Klein
Osea que graciosísima que soy y que buen rollo doy |
Mientras vosotros estáis leyendo esto, está grabando tropecientos mil anuncios a la vez.
Nació en Argentina, pero con 12 años se trasladó a Barcelona por que eso estaba muy lejos.
Se presentó a sus primeros castings de publicidad con 15 años, comenzó la licenciatura de Historia, pero no la terminó para dedicarse a la moda, que daba más dinero.
Antes de que La Sexta cargase contra los programas rosa, por su frustación por no haber conseguido colar ninguno de ellos. Un ejemplo es el llamado Celebrities de Martina Klein. Así, al más puro estilo de España Directo, Klein coordinaba un equipo de corresponsales destacados en las capitales mundiales de la fama: Londres, París, Los Ángeles y Nueva York, que informaban de los acontecimientos que marcan la vida de los famosos.
Dos meses después, por sus flojos datos, el señor de La Sexta se cargó el programa y eso que se empeñaron en ello; El programa cambió sin éxito su día y hora de emisión hasta en tres ocasiones, pero se fue a la mierda y tuvo que dedicarse a otra cosa.
Alguien pensó que era genial que una modelo contara chistes en un programa y la llamaron para El club del chiste, un programa de humor plano, burdo y de chistes oidos desde que nuestros tatarabuelos iban al cole.
Todo por la maldita crisis, la necesidad de llegar a fin de mes, que pone, últimamente a algunos famosetes a hacer cosas grotescas. Peor está Sofía Mazagatos, que rebusca en la basura para subsistir. Cualquier cosa es lícita con tal de salir en la tele. Siempre se las dio de graciosa, pero más que hacer reír, provoca un profundo lamento y desconsuelo.
Desde entonces poco ha aparecido en la tele. Bueno, en directo. En anuncios hasta aburrir.
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