Máximo Pradera

Tengo que volver a
 ducharme, aún huelo a
fracaso

Máximo Pradera es un presentador de televisión y mediocre escritor, nieto de Rafael Sánchez Mazas, miembro fundador de la Falange Española.

Saltó a la fama como copresentador del programa Lo + plus junto a Fernando Schwartz. 

Tenía bastante popularidad en aquella época por su humor irreverente con los invitados.

Cometió un error garrafal de abandonarlo, para presentar Maldita la hora, programa que pretendía enfrentarse a Crónicas Marcianas.

Estaba bastante subido por el éxito y soltó bastantes chulerías ninguneando a su anterior casa.

Pero el karma fue a por él. Crónicas Marcianas se la jugó y no emitieron ni un solo anuncio y su programa todos los que pudo.

Los espectadores se cansaron de tanta publicidad y Sardá arrasó en audiencia con su estrategia.

Máximo Pradera había firmado un contrato de exclusividad con Antena 3 por dos años, pero a las 2 semanas cancelaron el programa por falta de audiencia. Pero ni le daban ninguno nuevo y tampoco podía firmar con otra cadena. Así que se fue consumiendo su popularidad en el ostracismo. 

Dejó de ser gracioso de la noche a la mañana. Ni sus amigos, esos que siempre le habían reído las gracias nada más llegar a casa, lo respetaron después de aquello. La pérdida de confianza hizo mella en su persona, y se dedicó a otras empresas menores, como escribir libros de humor ligero, columnas para revistas femeninas, y otras colaboraciones.

El trago que pasó lo inhabilitó para su estilo de humor. Ya no podría ser gracioso de nuevo después de su fracaso.
Pasó referente televisivo durante unos años al olvido más brutal y frío que uno se pueda imaginar. 

Su último trabajo en televisión ha sido en el concurso El primero de la clase y desde entonces vive en la radio olvidado y pegándose con otros colaboradores. 

Luego quiso ir de escritor y entendido de música clásica y en muchas entrevistas demostró no tener ni puta idea de ambas cosas.

Público prescindió de su colaboración tras su columna en la que deseaba el cáncer a varios políticos. Se pasó de frenada y la horda, deseando seguir exhibiendo "superioridad moral", le metió el pioletazo.

Ya solo le queda la radio y como Julia Otero, la única que le contrata en un medio serio la espiche, va a estar muy jodido.