Jaime Cantizano

Que no soy gay
Soy mariquitasexual

Jaime Cantizano es un muerdealmohadas presentador de televisión español metrosexual con pose altiva, peinado perfecto, actitud de Dios del Olimpo que está por encima del bien o del mal que lo mismo te habla del funeral de Ángel Cristo que de las violaciones a toreros además un presunto guarro que no se lava los calzoncillos (largos).

También es un tramposo que estuvo toda la noche mostrando a sus colaboradores unas fotos de Blanca, la esposa de Borja Thyssen, y decía que eran muy fuertes y si querían que las enseñasen debían enviar un sms. Más tarde dijo que ganó el no y se quedó la pasta tanto de los que dijeron que si, como los que dijeron que no, amén de la cara de tontos que se les debió quedar.

Siempre ha querido distinguirse de la competencia en el mundo de la prensa amarilla asegurando que sus productos son serios y de calidad. Es esa corrección política y esa falta de humildad lo que desespera del presentador. Primero cayó Informe DEC y luego DEC. La caída en picado de Jaime Cantizano y su DEC no tuvo freno.

Pese a haber sido desterrado a la noche de los jueves para conseguir mejorar sus números, el magacín de Antena 3 no logró cosechar las audiencias esperadas y Cantizano y su tropa escribieron la crónica de su propia muerte en la parrilla de Antena 3. La dura competencia con Cuéntame cómo pasó y Gran hermano le pasó factura y todo apunta a que será el nuevo Jaime Bores mientras sus compinches emigraron a Telecinco. De momento todavía tenía contrato con Antena 3 pero como no se puso las pilas pronto se encontró con que ya no había hueco para él con la nueva política de blanqueamiento familiar de la cadena.

Cuando le dieron el finiquito, le regalaron un curso de paracaidismo para que supiera lo que es tocar el suelo. Acabó volviendo a la radio, donde comenzó su carrera. Se hará cargo del morning show Atrévete. Y que de gracias a Dios de tener trabajo serio tras haber hecho semejante telemierda.

La dejó para volver a la tele. Pero solo consiguió presentar un programa en una tele de tercera regional hasta que lo echaron y pusieron a otra presentadora.

Volvió a la radio con las orejas gachas y el rabo entre las piernas. Podría ser peor y que los matones de Ana Obregón le hubiese partido las piernas.