Dora, la exploradora

Dora
Consuela Dorificación, más conocida como Dora, La Exploradora es una insoportable niña odiosa mexicana con síndrome de Down, retraso mental, hidrocefalia y esquizofrenia.
Cree poder hablar con monos y mochilas.

También sufre de TDAH clásico y además es una vaga de mierda que hasta las cosas de la mochila tienen que buscarlas los demás.

Botas es en realidad un dispositivo de rastreo que serviría como un medio para encontrarla si alguna vez se perdiera.

Biografía

Nació en la selva amazónica. Sus padres eran drogadictos y que vendieron a Dora al cartel por sus últimas drogas hasta la sobredosis final.

Quedó huérfana de padres y tomada por el cartel. Allí fue usada de esclava sexual.

Para hacer frente a la horrible pérdida de sus padres de la que fue testigo, se convirtió en una consumidora diaria de metanfetamina, heroína y ocasionalmente LSD. 

Dora escapó del cartel y ha estado huyendo desde entonces. Se llevó un mapa que se supone la tiene que llevar a un lugar seguro, pero como tenía 4 años, Dora no podía leer el mapa.

Perdida y sin rumbo, se volvió loca. Cada dia hablaba sola a lo que ella llamaba "Audiencia".

También cree poder hablar con un mono llamado Botas. Dado que los monos no pueden hablar y actuar exactamente como un humano, este podría ser otro de sus delirios de Dora. 

Dora cree que está deambulando por el mundo, pero está en su propio mundo de fantasía que ha inventado y en realidad estaba en un manicomio desde que aseguró que podía hablar con su mochila.

Afirma que podía ver África desde su casa mexicana. En realidad, África estaría demasiado lejos para que ella la viera. Esto podría significar que tiene problemas para ver la longitud relativa de los objetos y está imaginando.

Dora, hoy en día
El villano de su mundo de fantasía es un zorro, que siempre intenta robarle a Dora, a menos que se le diga "¡Swiper, no robes!", a lo que él responde "¡Jolín!" o "Zorro, no te lo lleves" y el dice "¡Oh, rayos!". 
Porque eso es lo que pasa en la vida real. Te atracan con un machete y amablemente le pides que no te robe y este se va. Si no te deja como un colador antes, claro.

Tras fuertes sesiones de electroshocks, quedó tal que así, pero por lo menos ya no hablaba con monos y mochilas. Ahora se dedica a fregar suelos y es adicta al aerosol de limón y al limpia pino.

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