Beatriz Rico
Beatriz Rico es una actriz de teatro, de cine, presentadora de televisión, modelo, bailarina y cantante, y por supuesto, polémica sex-symbol de los 90.
Un mito erótico de toda una generación a la que se la ha puesto como la bombona de un submarinista.
Cuenta con una intensísima carrera discográfica compuesta por un único disco publicado, de canciones infantiles que no triunfó demasiado.
Eso sí, el disco ofrecía nada menos que diez temas interpretados sobre una suerte de base musical puro midi acompañada de Las Supremas de Móstoles a los coros.
Su trayectoria comienza en 1991, cuando iba a hacer el casting de El precio justo. Llegó tarde y le iban a cerrar la puerta. Pero ella no estaba dispuesta a dejarse vencer tan fácilmente. Tenía un sueño y estaba dispuesta a pelear por él a muerte.
Así que impidió que la puerta se cerrase con un pie y haciéndose pasar por amiga de Joaquin Prat y lo consiguió.
Empezó tan joven como azafata del programa que tuvieron que maquillarla como a una furcia con la escopeta de maquillaje de Homer Simpson.
Estuvo dos años siendo azafata sin hablar, y de repente la pusieron a hacer una sección en directo en la que tenía que llamar a alguien, y esa persona le podía salir por peteneras.
Los de la Conferencia Episcopal se pusieron palotes y enviaron una carta al Vaticano, incluyendo su nombre, diciendo que incitaban a los niños y luego violaban a los curas. O al revés.
Un año después ya estaba presentando programas infantiles porque le vieron gracia y salero para los niños. Se convirtió una de las grandes estrellas del canal. Con sus bailes sensuales, sus ojazos y su sonrisa logró que millones de niños se hicieran aún más adictos alas pajas la televisión, mientras que los padres también.
Incluso hubo quien se tragó el puto concurso de Hugo sólo por verla.
Entre 1992 y 1994 estuvo al frente del espacio dedicado a los más pequeños Telebuten.
Acabó desertando de Telecinco para hacer muchas obras de teatro y películas con papeles bastante irrelevantes.
Desde entonces en televisión la hemos visto menos. Intervino en un episodio de La que se avecina en 2013 y poco más. La última serie que hizo fue Un paso adelante.
Cuenta con una intensísima carrera discográfica compuesta por un único disco publicado, de canciones infantiles que no triunfó demasiado.
Eso sí, el disco ofrecía nada menos que diez temas interpretados sobre una suerte de base musical puro midi acompañada de Las Supremas de Móstoles a los coros.
Su trayectoria comienza en 1991, cuando iba a hacer el casting de El precio justo. Llegó tarde y le iban a cerrar la puerta. Pero ella no estaba dispuesta a dejarse vencer tan fácilmente. Tenía un sueño y estaba dispuesta a pelear por él a muerte.
Así que impidió que la puerta se cerrase con un pie y haciéndose pasar por amiga de Joaquin Prat y lo consiguió.
Empezó tan joven como azafata del programa que tuvieron que maquillarla como a una furcia con la escopeta de maquillaje de Homer Simpson.
Estuvo dos años siendo azafata sin hablar, y de repente la pusieron a hacer una sección en directo en la que tenía que llamar a alguien, y esa persona le podía salir por peteneras.
Los de la Conferencia Episcopal se pusieron palotes y enviaron una carta al Vaticano, incluyendo su nombre, diciendo que incitaban a los niños y luego violaban a los curas. O al revés.
Un año después ya estaba presentando programas infantiles porque le vieron gracia y salero para los niños. Se convirtió una de las grandes estrellas del canal. Con sus bailes sensuales, sus ojazos y su sonrisa logró que millones de niños se hicieran aún más adictos a
Incluso hubo quien se tragó el puto concurso de Hugo sólo por verla.
Entre 1992 y 1994 estuvo al frente del espacio dedicado a los más pequeños Telebuten.
Acabó desertando de Telecinco para hacer muchas obras de teatro y películas con papeles bastante irrelevantes.
Desde entonces en televisión la hemos visto menos. Intervino en un episodio de La que se avecina en 2013 y poco más. La última serie que hizo fue Un paso adelante.
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