Mario Biondo

Que me quiten lo pajeado
Mario Biondo fue un cámara metrosexual de televisión que conoció a Raquel Sánchez Silva, la que sería su mujer en Supervivientes, mientras ella era la presentadora y él un cámara del reality.

Al poco tiempo se casaron y se fueron de luna de miel por varios países. Decidieron crear una especie de show parecido a Alaska y Mario mientras él grababa y ella presentaba lo que estaban haciendo y los lugares que visitaban. Decidieron que ya puestos, viendo la mierda de programación de Divinity que le vendían la grabación.

Pero por lo visto, su mujer no le satisfacía sexualmente y era muy dado a las pajas. Empezó haciéndose pajas standards para después ir a modo experto.

Probó todas las técnicas masturbatorias, incluso lo de la paja y los dos casos de agua.

Hasta el fatídico día en que se le fue la mano. Oyó por la tele que David Carradine le daba duro a eso de la asfixia autoerótica y decidió probarla él, con eróticos asfixiantes resultados.
Al principio se creía que se había suicidado por que le iban a desahuciar, pero los de la PAH lo desmintieron. Lo cierto es que se mató a pajas, literalmente hablando, por mucho que a su familia le cueste aceptarlo.

El único consuelo es que por lo menos, antes de abandonar este mundo, se hizo la paja definitiva que le llevó a la tumba con una erección posmórtem, la cual hubo que bajar con un escoplo para que cupiera en el panteón de su familia en Palermo.

Ahora está en el cielo con los pequeños saltamontes pajilleros, un mundo en el que no hace falta recurrir a estas técnicas masturbatorias, ya que siempre es temporada de sandía. Mientras tanto, su mujer sigue viviendo el día a día comiendo Ensaladas Florette y con  su Sony Experia Z.

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