Charo

Una Charo es un término creado por Visilleras, profeta de Burbuja.info que hace referencia a una mujer de 40 años en adelante, tintes caoba, voz cazallera y muy presumiblemente malfollada. De mediana edad, normalmente divorciada, que cree que tener un satisfyer es una personalidad y que el PSOE es de izquierdas. 

Suelen estar adheridas a las monsergas progres (propalestinas y del "No a la Guerra") que son acérrimas seguidoras de IU, Podemos o del PSOE en cualquier lugar de provincias y que buscan mantener su chiringuito.

Las Charos siempre tienen razón, y no es que ellas sean incoherentes, o unas aprovechadas. No. La causa de sus desgracias es siempre el machismo patriarcal, la incomprensión, y todas esas cosas.

Son la versión moderna de las "Teresas" de la Sección Femenina de Falange Española en la época de Franco. 

Habitan en la administración local, comarcal,y nacional y en la enseñanza, y como los gorilas de lomo plateado, quieren siempre más, controlar a la manada, y no consienten ni que les mires a los ojos, ni que pongas en duda su capacidad en ningún ámbito. Ni se te ocurra, porque descargarán contra ti toda su ira.

Ellas saben, conocen, son titanas de la ética y la moral.

Son las matriarcas supremas, la esencia española.

Son el "porqueyolovalgo", son la risita estúpida en la despedida de soltera, son las que se mean de la risa con un monólogo de Carmen Machi en el que compara la picha de su marido con un chipirón, las que controlan el club de lectura de tu bliblioteca municipal, tus tías progres del pueblo, y en ciertos casos hasta tus madres.

Son las que te pedían que te hipotecases, y que te casases, y ahora te acompañan dichosas a protestar en la plaza "contra los banqueros", y "El capital". 

Son las que compran los libros de Elvira Lindo, áman a Lucía Etxebarria, y matarían por tener como amiga íntima a Maruja Torres.

Son las que dicen "Me voy a coger una baja... porque sí".

Afirman vehementes que el dar clases, el ser administrativas, o el estar en una ventanilla atendiendo a la gente, es algo tan infame, terrible, inhumano, y sacrificado como estar en una galera romana remando 15 horas seguidas. Y punto.

Son las que te piden que no les digas a tu jefa que han perdido un informe, un papel, o un archivo, pero son las mismas que, si tu eres la que pierdes un papel, o cometes un error, te lo recordarán mientras vivas. Ellas nunca fallan. Nunca se equivocan. 

Son las que casi "te obligan" a ir a una manifestación a favor del Sahara, en contra de Israel, o para protestar contra la violencia de género en horas de trabajo, aunque a tí no te de la real gana.

Controlan el lenguaje como si fueran las profesoras de un cruel parvulario de la era nazi. Prentenden que te pliegues a sus designios siempre, y sin poner en duda jamás sus razones. Aunque estas razones sean inhumanas, absurdas, o dañinas.

Son las que se tocan el potorro, dia si, y día también en su trabajo, y estudian poco o nada, para tratar de ganar una plaza, es decir, un estatus. Son las que tienen pleitos constantes con la administración, y con todo dios.

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