Funcivago
Doy el callo por dinero... Yo trabajo por dinero... Nosequé y nosecuánto... Pero a mi dadme dinero |
Acceden a su condición ya sea por unas oposiciones o por dedazo.
Después de eso, pasan el día a día desayunando, mirando sus redes sociales, jugando al solitario del ordenador, criticando todo el trabajo que tienen sin que estén haciendo absolutamente nada, salvo quejarse. De vez en cuando atienden a un contribuyente a los que marea de ventanilla en ventanilla sin que estos encuentren soluciones a sus problemas y luego vuelven a desayunar. Y así hasta su hora de salida.
Y eso si tiene la decencia de aparecer por su puesto de trabajo y no está haciendo la compra o en su casa tocándose los cojones.
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