Arístides Alonso
Arístides Alonso, más conocido como Aristidín fue el pringao que pagó 70.000 euros de la subasta de eBay para entrar en Gran Hermano 12+1 en 2012.
Antes de entrar contó su triste historia. Su padre y su hermano murieron de cáncer, todo el pueblo se volcó con ellos y que aquello era para devolver el favor a la gente de España. Mercedes Milá le encargó que entrenase al perro de la casa, al pobre Torso, que era una golden retriever, o algo así.
Todo esto recordaba a aquel primer Gran Hermano, con una María José Galera luchadora que afirmaba entrar para darle mejor vida a su hija discapacitada y salió a la primera de cambio.
De hecho salió a la primera. Su halo de buen samaritano se fue desvaneciendo poco a poco y luego decía que soñaba con ser famoso y aparecer en Sálvame.
Ya desde dentro había quien le relaciona con las drogas, con la pornografía y casi agrede a un compañero. Solo duró una semana en la casa a casi 10.000 euros la noche. Tuvo tal cabreo que cuando Juan, el cura motero, le avisó de que se había dejado ropa en la casa Aris le contestó con un "¡quémala si quieres!.
Al final resultó que su idea era blanquear la pasta, ya que el dinero procedía de un atraco. La poli, que seguro ya le pisaba los talones se coscó del asunto. Del atraco se libró.
Sin embargo, su inversión le salió mucho más cara y perdió esta apuesta. Fue el hazmerreír de toda España. Fracasó en su intento de sumarse al elenco de tertulianos en Sálvame y ser el nuevo Kiko Hernández. También se quedó sin la pasta.
Salió con el rabo entre las piernas del programa, y no volvió a aparecer en los medios, porque su altruista corazón no soportaba las criticas y que la gente no se arrodillara a su paso.
Para colmo, en 2014 fue imputado por conducir con un carné belga falsificado y además caducado.
Comentarios
Publicar un comentario
Puedes comentar si te ha gustado este blog o para insultar a su autora y decirle que este blog es una mierda. Tanta sinceridad puede llegar a que otros lectores se sumen a lo que es ya, un secreto a voces. La verdad duele.