Chanel Terrero
Escapó del castrismo y el horror marxista para defender la Hispanidad donde le toca hacerlo, en los escenarios.
Primero en grandes musicales y varias series. De hecho, su carrera actoral es tan extensa que ya quisiese para sí Paula Ballesteros.
Su discografía es tan corta que de hecho, SloMo es su primer single. Se presentó a la preselección eurovisiva en 2022.
Frente a ella, las dos propuestas del NOM. Dos bodrios sin talento, representativos de la nula tradición musical actual. Dos productos de subversión ideológica con letras preñadas de ideología antiespañola y feminazi. Dos mierdas nauseabundas más que el NOM esperaba obligarnos a engullir con embudo.
Pero Chanel venció, convirtiéndose en la musa de la resistencia anti Nuevo Orden mundial. A los progres esto no les gustó y comenzaron una caza de brujas contra ella, que tuvo que pedir perdón por ganar.
Solo quedaba saber si el resto de Europa veía que, a parte de su actuación, representaba la lucha Anti NWO y la encumbrase como ganadora de Eurovisión. Igual eso mataba de un infarto a George Soros y hacíamos carambola.
Otra cosa es su carrera discográfica posterior, que seguro no va mucho más lejos, ya que todo es un producto prefabricado sin mucho más recorrido. Las cosas como son.
En su camino a Eurovisión las feminazis trataron de cambiar la letra de la canción porque no era feminista. Por suerte, quien dirige el cotarro se negó.
En Eurovisión quedó tercera por culpa de los tentáculos de Soros. Ganó Ucrania por la propaganda antirrusa. Un timo.
Su segundo single (Toke) se suponía que iba a ser el himno de la selección española para el mundial de Qatar, pero no caló mucho.
Tiene que rechazar actuaciones porque sencillamente, no tiene single que presentar.
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