Pelusa

No es polvo. No es lana. 
Es el fin de la humanidad 
La pelusa es una amenaza invisible, omnipresente y extremadamente pegajosa que los científicos, los gobiernos y tu abuela insisten en que son solo fibras sueltas y polvo acumulado, pero la verdad es mucho más aterradora.

Son organismos alienígenas microscópicos que han invadido la Tierra y están infiltrándose en nuestros hogares, armarios y ombligos.
La realidad es que la humanidad nunca podrá librarse completamente de las pelusas. Siguen ahí, en cada rincón, esperando el momento exacto para tomar el control. Tal vez ya lo hicieron, pero nos han convencido de que ignorarlas es la mejor opción.  

Origen 

Según fuentes no verificadas pero sumamente confiables, la primera pelusa alienígena fue detectada en 1963 dentro de la secadora de un científico alemán. 

Al examinarla bajo un microscopio, descubrió que no solo se movía por sí misma, sino que también parecía estar enviando señales en código Morse. 

Antes de que pudiera alertar al mundo, el científico desapareció misteriosamente y su lavadora fue declarada "en cuarentena permanente".  

Algunas teorías afirman que la pelusa proviene del espacio exterior, posiblemente enviada por una civilización intergaláctica de seres extremadamente peludos que buscan terraformar la Tierra a su imagen y semejanza. 

Otras hipótesis sugieren que las pelusas han estado aquí desde la era de los dinosaurios y que el impacto del meteorito en realidad fue un intento de exterminarlas sin éxito.  

Aparecen en los lugares más absurdos, como cajones recién limpiados, el teclado de tu computadora, el fondo de tu ombligo.

Se reproducen sin explicación. Puedes limpiarlas todas y, al día siguiente, Hay más. Se cree que tienen la capacidad de dividirse a nivel cuántico.  

Son inmunes a la destrucción total. Puedes aspirarlas, barrerlas o prenderles fuego, pero siempre vuelven.  

Se agrupan en colonias, especialmente en esquinas de habitaciones y debajo de muebles, como si estuvieran conspirando en reuniones secretas.  

Muchos creen que las secadoras de ropa son meros electrodomésticos, pero la verdad es que son criaderos controlados de pelusa. Cada vez que metes ropa limpia en la secadora, la máquina genera pelusa de la nada.

Los fabricantes de secadoras, al ser interrogados, insisten en que la pelusa es solo "residuos textiles". Sin embargo, ningún humano ha visto jamás de dónde proviene realmente. Solo aparece en el filtro, como si hubiera sido creada por fuerzas oscuras.  

Cómo combatirlas

Aunque la batalla contra la invasión pelusil parece imposible de ganar, los siguientes métodos han demostrado ser efectivos (pero no definitivos):  

1. Soplarlas agresivamente: A veces se desorientan y se esconden bajo la alfombra.  

2. Usar calcetines con velcro: Se adhieren a ellos, pero ten cuidado: podrías convertirte en un portador involuntario.  

3. Adoptar gatos: No las eliminan, pero te distraen del problema.  

4. Quemar toda tu ropa y vivir en una burbuja hermética. Método 99% efectivo, pero poco práctico.  

Mientras tanto, la próxima vez que encuentres pelusa en tu ropa, mírela detenidamente. Tal vez te esté observando, esperando el momento para atacar.  La última vez que las ignoramos nació Juan Pardo, así que cuidado.

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