Freelance

Un Freelance es un eufemismo anglosajón de autónomo, diseñado para sonar moderno, libre y exitoso, cuando en realidad significa que trabajas más horas que un médico de urgencias, cobras tarde (si cobran), y tu oficina es la mesa del comedor o una cafetería con Wi-Fi dudoso.

La palabra “freelance” sugiere independencia, flexibilidad y realización personal, aunque lo que realmente implica es redactar facturas con lágrimas, perseguir clientes fantasmas y responder correos a las 2 a. m. mientras fumas existencialismo.

Se presenta como una elección de vida, pero en muchos casos es el resultado directo de haber sido despedido con una sonrisa o de no soportar jefes más incompetentes que uno mismo.

Viven en un limbo laboral: demasiado ocupado para tener tiempo libre, demasiado inestable para tener vacaciones, y demasiado cansado para quejarse con energía.