Agujero del donut

El agujero del donut, también conocido como La Nada Comestible o Oculus Pastafarius, es un fenómeno culinario y metafísico que ha desconcertado a físicos, panaderos y poetas desde tiempos inmemoriales. Aunque se disfraza de “espacio vacío”, estudios recientes, citados por absolutamente nadie confiable, demuestran que estos agujeros podrían ser miniagujeros negros estabilizados con glaseado, dispositivos de regulación dimensional o portales hacia el Plano de la Azúcar Suprema.

Historia

Los primeros registros de agujeros en masas datan de 1436 a.G. (antes del Gluten), cuando los sumerios creaban ruedas de pan para asustar al trigo. Sin embargo, fue en 1847 que el marinero Hanson Gregory “accidentalmente” hizo un agujero en su pastel frito... al atravesarlo con el timón de su barco.

Desde ese día, las tormentas se calmaron y la inflación se estabilizó (por un rato).

En 2022, un lote entero de agujeros de donut del Bronx entró en resonancia armónica y generó una grieta en el continuo desayuno.

Teorías sobre su función

Regulador energético: Cada donut contiene una carga potencial calórica tan potente que, sin el agujero para liberar energía, podría generar un Big Bang menor en tu estómago.

Dispositivo de control mental: El agujero sirve como antena de frecuencias bajas emitidas por la cadena Dunkin Illuminati. Al morderlo, activas temporalmente tu Modo Siervo.