Jorge Verstrynge

Yo aquí he venido a hablar
de mi libro y pasan los
 minutos y solo se hablan
 de escraches

Jorge Verstrynge es un Attention Whore y de los políticos más impresentables, chaqueteros y estúpidos que ha dado la política española.

Un político sin ideología definida que se dedica a sacar provecho de donde puede y que la ideología le va cambiando según le conviene. Una veleta que comenzó en la extrema derecha y evolucionó hacia un comunismo radical.

De joven perseguía a los de izquierdas con palos y cadenas para apalearlos, ya que era un franquista convencido. Formó parte del grupo Frente Sindicalista Revolucionario, que llegó a estar vinculado con la Falange.  Fue secretario General de AP, actualmente PP, cuando era un partido muy, muy de derechas, y se le suponía sucesor del Fraga, el ministro franquista que la dirigía. 

Después de un fracasado intento a la alcaldía de Madrid, elecciones que perdió por goleada, terminó enfrentándose a su mentor y cayó en desgracia cuando Fraga lo echó del partido, porque se enteró que estaba comprado por Felipe González. Acabó en el Grupo Parlamentario Mixto.

Luego tonteó con el CDS. Como el partido se fue a la mierda decidió crear su propia formación política con la ayuda de Mario Conde (Renovación Democrática), pero luego se fue al PSOE, justo cuando perdía las elecciones. 

Alfonso Guerra le dijo que entraría en el PSOE cuando las ranas criasen pelo.
Finalmente criaron pelos y fue admitido en 1993, pero le pidieron pagar una cuota y como en ese momento no tenía dinero en los bolsillos decidió largarse.

Entonces volvió a tener un repentino cambio de ideología y trabajó como asesor del Partido Comunista y de Izquierda Unida. A partir de ahí fue languideciendo y se le puso esa cara de estreñido que pasea por las tertulias de la televisión.

Casualidades de la vida, cuando promocionaba su libro se hizo un antisistema liderando escraches contra los políticos, aun siendo dueño de una casa valorada en un millón de euros ubicado en la misma manzana que Soraya Sáenz de Santamaría y de cuatro pisos que alquila por habitaciones a 900 euros cada una. Es decir, es un geta y un hipócrita de cuidado.

Hoy en día busca que lo llamen de Vox.