Amistad

La Amistad es un sustantivo cordial, a menudo mal entendido. Se trata de un contrato no escrito, no pagado y raramente equilibrado, por el cual nos comprometemos a realizar pequeños favores, ofrecer apoyo moral, y reírnos de memes absurdos con la esperanza implícita de que, llegado el momento, ese mismo amigo nos ayude a cambiar de casa, esconder un cadáver, o fingir que seguimos siendo personas agradables.

Es, en esencia, una alianza entre intereses emocionales comunes y chantaje afectivo sutil. Se diferencia del amor en que no incluye cenas caras, y del matrimonio en que no requiere testigos ni abogados.

Se considera amigo a esa persona que, a pesar de conocerte, te sigue hablando. Alguien que ha visto tus peores versiones, incluyendo tus opiniones políticas, tu resaca y tus fotos de la adolesencia.

Un amigo es alguien a quien conoces lo suficiente como para pedirle dinero, pero no tanto como para devolvérselo sin que lo pida. El equilibrio perfecto entre la confianza total y el misterio contable.

La amistad verdadera no se mide en palabras dulces, sino en gestos nobles como no contar lo que realmente pasó en aquella fiesta

Si uno tiene suerte, un amigo te acompaña toda la vida. Si no, al menos te deja buenos chismes y una contraseña de Netflix antes de desaparecer.