Nayala Brown
Natalia Rodríguez Padrón, más conocida como Nalaya Rodríguez Padrón y más tarde Nayala Brown, es una cantante de discotecas con una imagen de travelo y diva de maricones.
Se dio a conocer en el concurso Popstars, aunque no demasiado. El ayuntamiento de La Orotava estaba dispuesto a gastarse el presupuesto de Parques y Jardines en una línea telefónica habilitada por su causa. Pero la echaron porque mantuvo contacto con personas ajenas al programa buscando una salida profesional.
Según las normas, ella debía esperar a que la echaran por votos y que se buscase la vida después.
Las malas lenguas dijeron que en un hotel tuvo un intercambio de números de teléfonos e incluso de fluidos con un productor musical. Actualmente reniega de su paso por el programa y ni lo menciona.
Trató de resurgir y cambió su nombre por Nalaya Brown y aunque tardó unos años, logró dedicarse a esto de la música, aunque con una carrera algo más que desapercibida en discotecas. De gais y eventos con música electrónica muy a su pesar.
Aunque muchos no lo recuerden, era la encargada de poner voz a Paris Hilton en aquel videoclip para SuperMartxé VIP.
Se presentó a La voz y estuvo en el equipo de Antonio Orozco hasta cuartos de final y no sacó nada.
Así que llamó a su prima Natalia Ferviú y en su programa Cambiame le hicieron un flusflús y pasó de ser una cantante de medio pelo a una diva cantante de medio pelo buenorra. Básicamente era la misma que entró a los estudios de pero con una promoción gratis. Hubo un escándalo y acusaciones de tongo. Y con razón.
En 2016 intentó representar a España en Eurovisión pero se echó para atrás. Su productor dijo que ella tenía miedo a fracasar, ella que la canción era una mierda. Seguramente era una combinación de ambas.
Hoy en día está resignada y sigue con la música electronica en discotecas.
Comentarios
Publicar un comentario
Puedes comentar en esta web usando los comentarios que cada página tiene para comentar si te ha gustado o para insultar a su autora y decir que este blog es una mierda. Tanta sinceridad puede llegar a que otros lectores se sumen a lo que es ya, un secreto a voces. La verdad duele.