Fernando Simón

En su muertecicleta
Fernando Simón Soria,
 mas conocido como el Camarada de la muertecicleta, es un supuesto experto en pandemias pacodemierda y un pelele de Pedro Sánchez que ni comer almendras sabe. Eso por no hablar que cuando da ruedas de prensa se saca la mermelada de los oidos mientras habla de sanidad.

Capaz de asegurar una cosa hoy y mañana la contraria. De que en España solo iba a tener 3 o 4 casos. O que las mascarillas no serían necesarias, luego obligatorias o declarar que había mantener la distancia social y evitar desplazamientos innecesarios para luego irse a surfear a Portugal.        
Hay quien cree que con la tonteria nos han colado por experto en epidemias a un experto en plagas de ratas, cucarachas y demás. Su habilidad para contradecirse a sí mismo y equivocarse ha llevado no solo a su descrédito, si no a llevar a la gente a hacer lo contrario a lo que diga él.
Aun así hay quien lo tiene como héroe cuando es justo lo contrario.

Biografía

Cogiendo olas como Yaeh
Nació en Zaragoza en 1963. Estudió en el Colegio Montearagón de Zaragoza, del Opus Dei. Se licenció en Medicina por la Universidad de Zaragoza.
Se ha formado en países como Inglaterra, donde dice haber realizado estudios de Epidemiología. También asegura haber estudiado en Francia, pero nunca nombra el título o diploma supuestamente conseguido, ni el nombre del centro de estudios, ni el numero de horas cursado. 

Ha trabajado como cooperante (cobrando, claro) en algunas Oenegés en diferentes países, ejerciendo funciones asistenciales, por supuesto percibiendo buenos sueldos y buenas dietas. 
También ha trabajado algún tiempo, en España de médico generalista.
Ha estado al frente de varios organismos internacionales como el Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales y entre 2003 y 2011 fue jefe de la Unidad de Alerta y Respuesta del Instituto Español de Salud Carlos III. 

Según parece, experiencia se le supone y no le falta. Pero no es Doctor en Medicina, como afirma reiteradamente el gobierno. Es solamente licenciado, sin más. Su nombre no aparece en la base de datos Teseo del Ministerio de Educación, en la que están registrados los nombres de todos los doctores que hay es España. 

Es director desde 2012 del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad Español, conocido por su actuación como portavoz del comité especial sobre la enfermedad del virus del ébola en España. Por suerte, en aquella época no la cagó.

Fue la máxima autoridad, de facto, en la terrible Pandemia del COVID -19 que, está asolando España, hasta el extremo de ser la nación con mayor número de infectados y muertos por el coronavirus, por millón de habitantes; y ser, también a escala mundial la nación con mayor número de sanitarios contagiados y muertos.
Enfermedad de la que él mismo acaba dando positivo el 30 de marzo de 2020. 

Tampoco podemos olvidar que es responsable de que tomara decisiones de manera tardía, a pesar de las advertencias de la OMS y demás organismos internacionales y multitud de expertos en salud pública. Cuando la pandemia circulaba a sus anchas por España aún afirmaba que, todo estaba controlado y que iban a ser unos pocos casos aislados. Incluso le dijo a su hijo que, si lo deseaba, podía asistir, sin temor de clase alguna, a la manifestación del 8M. 

Obviamente su falta de previsión, su impericia,  estupidez y actitud temeraria, influyeron en el gobierno, del cual es supuestamente máximo asesor, y condujo a Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y sus secuaces a la inacción, a la negligencia criminal. 

Los resultados del mal hacer y el mal aconsejar han conducido a España a un verdadero genocidio y han convertido a España en un matadero de ancianos y a una situación ruinosa en lo económico.
En mayo de 2020 se negó a revelar los nombres del equipo de técnicos que analizaba los cambios de fase argumentado, para que "puedan trabajar con la suficiente libertad" y evitar presiones por parte de "la sociedad" y de "los medios de comunicación". Dos meses después el Gobierno reconoció que no había ningún Comité. Vamos, que era él el que tomaba las decisiones y que o se hacía lo que a él le salía de los cojones o era lo que le salía de los cojones a Pedro Sánchez.

Para colmo es el único que ve una ventaja que Londres y otros países no recomendaran venir de turismo a España en plena desesperación turística. Después de esas declaraciones directamente prohibieron viajar a España.
Ahora niega una segunda oleada, osea, que vamos a morir todos. Tan seguro estaba que se fue de viaje en globo con Jesús Calleja.

Cuando muera lo máximo que puede aspirar es a que le pongan su nombre en una calle. O a un cementerio.


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