Joan Laporta

Joan Laporta i Estruch es un abogado español y fue presidente del Fútbol Club Barcelona que tras una más que convulsa etapa en Can Barça que arrancó con Joan Gaspart. 

Comenzó siendo un joven abogado que representaba la mejor cara del anti-nuñismo, pero con el tiempo se convirtió en un megalomaníaco que no respetaba las opiniones divergentes y utilizó su cargo como una plataforma política. 

Los culés lo recuerdan por el triplete, pero no por sus "laportadas".

Biografía

A mediados de los años 90 cómo miembro de Partit per la Independència, un partido creado por Pilar Rahola que se estrelló de lo lindo, pero que le sirvió a Àngel Colom para sacar su dinerillo.

Luego se afilió a otros partidos independentistas.

Tras varios intentos, consigue llegar a la presidencia del Barça en 2003.

Por aquel entonces el gran favorito era Lluis Basat, pero a este le peso demasiado el cartel de favorito y mientras el resto de candidatos volcaban sus críticas en él, el Kennedy barcelonista como le denominó la prensa catalana recortaba distancias hasta hacerse con la presidencia. 

Presidencia del Barça

Empezó su mandato con falsas promesas como el fichaje de Beckham o la austeridad económica (Gastó aproximadamente unos 120 millones de € en fichajes en sus dos primeros años como presidente) y con polémicas y políticas decisiones como la de retirar todas las banderas españolas de la massia, y obligar a sus jugadores a tomar clases de catalán.

Desde entonces fue de escándalo en escándalo y de patochada en patochada.

En 2004-2005 incorpora a la junta directiva a su cuñado Alejandro Echevarria, reconocido franquista. Sandro Rosell, harto de la influencia en la sombra de Johan Cruyff sobre Laporta, se vió forzado a presentar su dimisión acompañado de cuatro directivos más.

Laporta la tomaba con los miembros de seguridad de un aeropuerto quedándose en calzoncillos en el arco de control y montando un numerito que ya forma parte de su particular historia personal.

En 2005-2006, Según los estatutos del F.C. Barcelona, cuando las elecciones se produzcan por el cese anticipado de otra junta directiva, las nuevas elecciones deberan convocarse el cuarto 30 de Junio desde la dimisión de la anterior junta, reduciendose así en un año el primer mandato de Joan que se negó a aceptarlo hasta que un juez le obligó a convocar elecciones de inmediato, unas elecciones que ganaria al ser el único candidato que se presentó.

El club judicializado por el ansia de agarrarse al sillón un añito más, todo un acto de barcelonismo.

En la 2006-2007 prometió 7 títulos a final de temporada, y ridículo trás ridículo fué lo que cosecharon los de Rikjaard, culminando la temporada con una remontada madridista que dejaria a Joan con el culo al aire.

En 2007-2008 el proyecto Laporta hacia aguas por todas partes y el Madrid se paseaba por la liga con una suficiencia insultante. Eliminados de la champions y de la copa del rey, el final de temporada se vivió con una presion insoportable pero Laporta que continuaba viviendo a todo trapo proclamaba cual telepredicador en una reunión de peñas barcelonistas que todo era culpa de la prensa.

Por la 2008-2009, un acorralado Laporta gasta sus últimos cartuchos cesando a Rikjaard y entregando el banquillo del primer equipo a Josep Guardiola.

Tras unos inicios titubeantes el equipo despliega un fútbol brillante que enamora a todo el mundo por su plasticidad y eficacia, pero como no, ahí estaba Laporta para enturbiar el brillante curso de su club. En enero de 2009 la prensa destapa el intento del presidente blaugrana de intervenir en la venta del Mallorca a un empresario Uzbeko. Un Laporta triunfal presume de triplete y catalanidad, ya no a nivel personal, donde nunca se ha reconocido español y ha admitido desear la independencia catalana, sino del club que preside, menospreciando a sus aficionados y seguidores en el resto de España y del mundo.

Caída

La ruinosa herencia dejada por Joan Laporta en el Barcelona aparte de fichajes innecesarios o muy caros, gastó 400.000 euros en jets privados para viajar para ayudar a los pobres. En un solo día habría despilfarrado más de 170.000 euros, que si se los hubiera enviado en lugar de despilfarrarlo, por lo menos todo el pueblo podría haber vivido dignamente. 

Laporta se marchaba del club dejándolo con una deuda bruta de 552 millones, con unas pérdidas de 77,1 millones de euros.

También cargó al club diferentes facturas de fiestas por valor de 7.000 euros. Además de 420.000 euros en joyas y relojes, así como un millón de euros en entradas para la final de la Liga de Campeones 2008-09.

Vuelta a la política

En el Barça no lo querían ni habiendo conseguido seis o siete títulos en dos años y se tuvo que retirar. La caja del club estaba tiritando así que debía garantizarse la inmunidad. 

Encontró aficiones para su retiro y como los partidos catalanistas consagrados no lo querían ver ni en pintura, pues decidió superar al triplete del Barça pero en lo que a churris se refiere a pesar de estar casado y con hijos. Uno de sus trofeos es Eugenia Martínez de Irujo. Decidió por el momento aparcar sus ambiciones políticas, dedicarse a su bufete, relajarse en el luz de gas y a analizar sus próximos pasos y follar a tutiplén. 

Después de eso, volvió a la carga para participar en ese deliciosos pastel que es la de robar dedicarse a la política y soñar con dilapidar las arcas públicas o las de Cataluña.

En su programa llevaba como prioridad saltarse la ley y declarar la independencia unilateral, ilegalizar la oficialidad del castellano en Cataluña y en sus filas tienen candidatos de esta índole.

Asumió como propia una de las reivindicaciones de los independentistas: el reconocimiento de los "países catalanes", es decir, la unión de Valencia, Baleares, algunas provincias del sur de Francia y la ciudad italiana de Alghero junto a Cataluña en un nuevo estado. Vamos, casi nada.

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