Burrofax
Era capaz de enviar faxes o matar a sus remitentes. Dependiendo del relato o lo exagerado que sea quien lo cuente, su tamaño varía desde el de un león hasta el de un burro.
Se alimenta de heno y documentos, los cuales digiere y aparecen cagados en la casa de un vecino aleatorio.
Su origen es de hace poco. A finales del siglo XIX, un señor con bigote emprendió la tarea de crear una nueva raza de burro que sirviera eficazmente a su difícil trabajo como cartero, ya que los perros siempre lo mordian.
Para conseguir el nacimiento de esta nueva raza, se emplearon cruces con impresoras y electrodomésticos varios con burros.
Tras morir casi todos los burros y joder el mobiliario completo de la oficina, dio con la mezcla perfecta; burro y fax.
Hoy en día quedan muy pocos por culpa de Pablo Iglesias, que construyó su mansión de Galapagar en el último asentamiento que quedaba.
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