Esposa de Lot
Antes de eso, era solo una mujer normal con la mala suerte de estar casada con Lot, un tipo con un instinto de supervivencia tan alto que se salvó de la destrucción de Sodoma y Gomorra, pero no lo suficiente como para explicarle bien a su esposa las reglas básicas de “no mirar atrás”.
Poco se sabe sobre la esposa de Lot antes de su infame transformación en estatua de sal. Su nombre no se menciona en la Biblia, lo que nos lleva a pensar que su vida previa era tan relevante como un cameo en una película de Torrente.
Algunos teólogos especulan que se llamaba Edith, Miriam o simplemente "la señora de Lot", lo que demuestra que ni siquiera los que escribieron las escrituras querían molestarse en buscar su acta de nacimiento.
Sin embargo, sí sabemos que vivió en Sodoma, una ciudad famosa por sus orgias de maricones su espíritu emprendedor en el negocio de la perdición y su entusiasmo por el pecado.
Cuando Dios decidió que Sodoma y Gomorra estaban tan pasadas de rosca que ni un milagro las podía arreglar, envió dos ángeles para rescatar a Lot y su familia antes de hacerlas arder como parrillada celestial. Los ángeles les dieron instrucciones clarísimas:
1. Salgan de la ciudad.
2. No miren atrás.
3. De verdad, NO miren atrás.
4. ¿Acaso necesitáis que os lo expliquen de nuevo?
Pero la esposa de Lot, ya sea por nostalgia, rebeldía o simplemente porque había olvidado apagar el horno, decidió desobedecer la única regla que le habían dado. Giró la cabeza para echar un último vistazo a su queridísima Sodoma y pasó de ser una mujer común y corriente a una salero de tamaño humano. Se quedó más tiesa que los extraterrestres milenarios del Perú.
La transformación de la esposa de Lot en una estatua de sal es uno de los milagros menos prácticos de la Biblia. Algunos teólogos sugieren que esto fue un castigo divino por la desobediencia, mientras que otros creen que Dios simplemente tenía un extraño sentido del humor y le sobraba cloruro de sodio ese día.
Desde entonces, la estatua ha sido un punto de referencia turístico en la región, aunque la erosión ha hecho que la gente se pregunte si sigue allí o si alguien la ha estado rallando sobre sus papas fritas.
La esposa de Lot es la prueba definitiva de que, en la vida, hay que seguir adelante y no quedarse atrapado en el pasado. Especialmente si el pasado es una ciudad que está siendo destruida por fuego y azufre. Su historia nos deja muchas enseñanzas, pero sobre todo una: si un ángel te dice que no mires atrás… ¡NO MIRES ATRÁS!
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