El diccionario de la diabla

Me hago la cortinilla porque estoy calvo Hugo Pereira Chamorro es un borjamari sin demasiada dignidad ni coherencia y un converso bilioso e insoportable que un día es anarco-comunista y al día siguiente nacionalcatólico. Tiene todo lo necesario para triunfar en política: no sabe de lo que habla y puede estar horas hablando sin decir nada. Un día defiende una cosa y mañana la contraria o pasa de republicano a monárquico en menos de un año. Obviamente lo que siempre busca es un sitio donde meter el cazo para chupar del bote. Empezó como youtuber de tecnología. Evidentemente se comió un mojón. Entonces cambió la temática por opiniones de política y ahí encontró su nicho. Recién salido de la universidad, buscó un trabajo de político, pero no lo encontró. Había a punta pala en las juventudes socialistas. Entonces decidió ser CEO en su propio medio que no se sabe ni de que trata. Algo sobre tecnología, medios digitales. Humo. También probó de columnista en varios periódicos digitales. Llegó...

Pablo Fra Casado es un político borjamariano y un maricomplejines desgüevado como Rajoy, pero comprado también por Soros.  No se le conoce una frase, acción o algo que demuestre que tiene cerebro y no es una ameba. El tipico pijo que te miraría por encima del hombro. Para colmo es un Bieldelberg y un traidor vendido a la agenda 2030. Parece esforzarse por destacar entre la incompetencia. El listón está bien bajo, pero él sabe cómo parecer especialmente incompetente. Es líder de la derechita cobarde del PP sin tener madera de líder. Cuando está en el congreso o ruedas de prensa parece un estudiante defendiendo un trabajo del cole leyendo lo que copió de la enciclopedia Larousse. No ha gestionado ni su comunidad de vecinos, pero lo eligieron para ser presidente del partido a base de no tener ni una idea propia, no molestar, obedecer y ser un lame-ojetes. Desde entonces ha hecho por el PP lo mismo que José Bretón por la custodia compartida. Solo ha trabajado una vez, los 30 segundos...