Pedro Reyes

Pedro Reyes fue un pésimo humorista que por sus actuaciones daba a entender que se fumaba todo lo que ganaba o que padecia una especie de retraso mental o una combinación de ambas cosas.

Muchos creen que lo suyo era el humor absurdo, pero más bien parece que ha esnifado pegamento y no le sienta muy bien.
Prácticamente salía sin guión y se lo iba inventado casi todo salvo una pequeña base durante la actuacion. Nunca se sabia con que te iba a salir. Era tan absurdo que en alguna ocasion hacia reir, en otras muchas daba vergüenza ajena.

A pesar de su poca o ninguna gracia, sobrevivió años en la tele. Solo es entendible en un marco histórico español donde triunfaban Jaimito Borromeo, Félix el gato, Barragán, Paco Aguilar y Manolo de Vega. Ya en sus actuaciones en pueblos y saraos varios en más de una ocasiones fue hasta apedreado de lo malo que era.

Fue contratado para No te rías, que es peor y como todos los humoristas que allí estaban, jamás hizo reir a nadie.

Cuando se canceló el programa, volvió a su casa y se pasó tres años vistiendo americana brillante, camiseta imperio y axilas boscosas, desmintiendo así la creencia general de que el vestuario era parte del personaje.

Después abrió un bar que, por desgracia, acaban convirtiéndos en el bar del Pirata de Makinavaja, lo que le obliga a destruirlos con Napalm. Eso sí, jamás reveló el final del chiste de la vaca. De hecho, no se sabe si está muerto o fingió su muerte para retomar su relación con su amor verdadero, la vaca.