María José Galera

María José Galera fue una prostituta que metieron el la primera edición de Gran Hermano para que tuviera más chicha.

Tuvo el honor de ser la primera expulsada de la historia del Gran Hermano español.
Fue la que enseñó también a las siguientes hornadas de famosillos que salir el primero es más rentable que salir el último.
Sus paseos por diferentes programas hicieron que su botín fuera superior al de el ganador del programa. Como actriz, se llevaría un buen premio.

Biografía

Su infancia es hasta ahora desconocida. Se casó con 19 años y fruto de esa relación nació una niña. Se separó de su marido, y posteriormente tuvo otra hija de padre desconocido.

Su estancia en el programa fue corta, ya que la muy lista quería usar como cebo a su hija para quedarse todo el dinero ganara o no.
Los compañeros enseguida se ofrecieron para repartir el premio y lo mejor de todo es que creían que era idea de ellos.

Otro truco usado por ella fue la de usar al primer gilipollas que pudiese manipular para intentar prolongar su estancia lo máximo posible, pero no le funcionó, ya que la echaron a la primera nominación.

Jorge abandonó el concurso poco después pensando que era su verdadero amor.

Tras el concurso

Tras su expulsión, al ser nominada, salió a la luz la verdadera Maria José Galera. Una mujer fría, despreocupada por su hija, a la que durante sus 17 años habían cuidado sus padres mientras ella estaba de botellón fabricando otro chiquillo. Además de dedicarse a intercambiar sexo por dinero.

Ese mismo año protagonizó junto a sus compañeros la película El Gran Marciano, esa obra incomprendida del cine patrio.

Además, probó suerte, sin éxito, en el mundo de la música, llegando a sacar un disco. Ella creía que iba a hacer giras por Soria que le harían forrarse. Se tomó muy en serio a sí misma, y en sus playbacks ni se le caía el micrófono ni nada. Teniendo en cuenta su pasado, es fácil deducir la razón por la que cogía tan profesionalmente los micrófonos. Pero las ventas fueron ridículas y jamás sacó otro.

Su historia pronto dejó de dar pena, así como dejó de creerse en el supuesto amor, tormentosa relación y estrepitosa con Jorge. Era tan exagerado y poco creíble ese amor de ambos, que pronto hizo aguas.

Se casó con Jorge Berrocal, aunque se divorciaron más adelante y comenzaron a frecuentar los platós de televisión lanzándose todo tipo de acusaciones el uno al otro.

Decadencia
Ya no tengo pasta
Para drogaina


Diez años después se reencontraron en la décima edición y se fue antes de que la echaran, dejando a Jorge en la cuerda floja del concurso.

Después del abandono de Maria José, las noticias sobre el dudoso pasado de su futuro marido se hicieron eco en todos los programas. Las deudas, el abandono de su anterior familia, las peleas con Mila Ximenez con la que casi llega a las manos fueron un detonante para que Maria Jose volviera al circo mediático. Decidió volver a casarse por tercera (o cuarta vez) para sacar algo de dinerillo.

Y tuvo su tercera hija. Una máquina de tener hijos de cada ligue. Con la muerte de la hija fue a un programa de prensa rosa y pagó un crucero a sus padres y el resto se lo esnifó.

Se fue a México y se montó un club de pádel que fue una ruina. A la vuelta de un viaje que hizo a España para ver a sus padres, se encontró con que habían desmantelado su casa de México.

Lo de criar hijos le salió bien, ya que es su hija la que la mantiene ahora que está arruinada después de haber vivido en la abundancia, no haber sabido gestionar su vida y haberse gastarse todo en azúcar glas.

Abrió varios negocios que se fueron a pique. Se fue a México a abrir una escuela de pádel que fue un fiasco.
Volvió a España, se sacó unas oposiciones y según dice, ahora es vigilante de seguridad. 

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