Antonio Resines

Antonio Fernández Resines, más conocido como "el de Los Serrano" es un actor mediocre ficticio producto de un sueño de Diego Serrano. Lo de su etapa de rapero es más bien una pesadilla de Dante.

Esta ensoñación es del método landista. No sabe actuar sin chillar o berrear y cuando lo hace parece que está a punto de meterle la escobilla del water por el culo a alguien.

Está realmente cómodo encasillado en el papel de hombre castizo inculto. Y verle siempre haciendo lo mismo es cansado. El único papel bueno que hizo fue en Amanece que no es poco. Y aun así es de los peores del reparto. Aun así, hay que reconocer que en el anuncio de Krissia está que se sale, pero desde que se despertó de aquel largo sueño, no ha dado pie con bola.

Biografía

Comenzó su carrera haciendo de marido gañán, gracias en gran parte porque su amiguete Fernando Trueba fue su compi en la uni. Sin este enchufe, su carrera nunca hubiese existido.

Participó en Los ladrones van a la oficina haciendo de de mudo. Uno de sus mejores papeles.

Por alguna razón le llamaron para hacer papeles en peliculas en las que imitando a Alfredo Landa interpretaba a un castrado, un viudo, a un cuarentón y más tarde un cincuentón.
Al final hasta le dieron regalaron un Goya.

Pero después protagoniza A las once en casa, un intento de comedia familiar light que se quedó en eso, en un intento. En todos los capítulos sucedía lo mismo a Resines, haciendo de padre sofocado trabajando hasta altas horas de la madrugada por encargo de su ex-mujer, Ana Obregón.

A finales de los 90 y principios de los 2000 le llovian los papeles, pero enterró su carrera con la torrentada de El oro de Moscú. Desde ahí su carrera fue cuesta abajo y sin frenos.
Tuvo que aceptar participar en Los Serrano.

Después de la serie su carrera ya no remontó. Acabó como cantante de rap junto a El Langui, Javier Gutiérrez, Juan Diego y Tito Valverde. Su debut fue en una gala de los premios Goya. Tras la condena al rapero Valtonyc y los juicios contra Pablo Hasél y Cesar Strawberry, la Audiencia Nacional ya tenía un nuevo objetivo en su lucha contra los delitos de odio, ya que podría incurrir en un delito de enaltecimiento del cine español. O no, porque no se le entendía una mierda.

Este acto no sirvió para iniciar una carrera musical, pero por alguna extraña razón sirvió para que le nombraran presidente de la Academia de Cine tras la dimisión de Enrique González Macho.

Su mandato consistió en llamar ladrones a los que descargaban películas, insinuando que por ello no veían sus películas. Ya por aquella época estaba muy visto eso de echarle la culpa de todo a internet y criminalización pueril del internauta medio.
Este articulo solo
Fue un sueño de
Antonio Resines

Otra medida fue proponer eliminar el doblaje para que nadie fuera a ver películas extranjeras. También achacó los malos resultados del cine español a represalias tomadas por las protestas de los actores en contra de la guerra de Irak.

Se podría resumir en lloriqueos y palos de ciego. Ni una sola medida de autocrítica. Luego creó una empresa para explotar los Goya y forrarse a costa de esta organización sin ánimo de lucro. Le pillaron y tuvo que dimitir. Cayó en los teatros de mala muerte y con un poco de suerte no le veremos más.

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