Isa Pantoja

Yo soy Isa
Andrea Celeste Isabel Pantoja Martín, conocida artificialmente como Isa P, es una tiraflechas fea, cabezona, sin cuello con cabeza de moai y sin talento alguno, descendiente directa de la momia Juanita y un mono aullador.
Vive del cuento con las exclusivas y los Sálvame.

De su padre heredó la cara y de su madre un cuerpo de espantapájaros malogrado.
También canta. Desafinada incluso con el autotune puesto. Muy puesto. Puestísimo. Y aún así suena mal. Bailar, baila peor. Y posar, posa peor que canta y baila.

Biografía

Nació en 1995 cuzco. Se libró de ser sacrificada por fea. De hecho la echaron a ella y a su madre del pueblo por eso.

Entró en España de forma no muy legal. Isabel Pantoja quiso tener una hija con María del Monte, pero por más que lo intentaron, María no la dejaba embarazada. Así que fueron a Perú y cambiaron a una panchita una nevera por su primogénita. Ella aceptó y eso que no tenía electricidad.

El propio Fujimori la acompañó al mercadillo para elegir a la niña. Cuando regresaban a España el presidente les dijo adiós al pie de la escalerilla del avión y que si quería otra le hacía un descuento del 20%.

Su infancia es un misterio. Su madre no la soltaba ni para mear. Debió coger tal infección en los urinarios que se le quedó la cara pixelada.
A Chabelita, los píxeles se le curaron a los 18, destapando una cara con secuelas terribles, como si le hubiese pasado un camión por encima.

Dicen que su trayectoria en Sevilla era más agitada que la de las gallinas en un corral. Su vida amorosa ha sido un ir y venir entre programas de telerrealidad y exclusivas entre un novio y otro. Tanto que nos hemos perdido.

Porque, desde que su madre le prohibiera ver a su primer novio Manuel, ha aprendido a rebelarse de su madre a través del folleteo. A Manuel lo conoció a través de Tuenti cuando tenía 16 años. Su madre se enteró y echó al novio y a ella la encerró en el cuarto sin teléfono ni ordenador.

Cuando sopló las 18 velas y se comió la tarta sin cubiertos, como toda buena panchita y choni se descubrió estaba embarazada de un cani. Se fue de casa a vivir la vida loca.
El caso es que su novio le puso los cuernos.

Llegó a ser la protagonista de Yo soy Isa, una sección del programa de Mediaset Cazamariposas. En él, Chabelita desvelaba cuáles eran las claves de su estilo y daba consejos de moda. Darle a Chabelita una sección de belleza y estilo es como darle una sección de ceremonial y protocolo a Carmen de Mairena. De lo único que puede dar consejos es de vestirse como una choni, quedarse embarazada a los 17 y vivir del cuento.

Pero no interesaba de tertuliana de moda, de belleza, ni de nada. Solo les interesaba como hija de Isabel Pantoja y carne para la picadora. En el estreno le dedicaron 20 minutos, casi no abrió la boca. Su sección duró exactamente cinco minutos. Los otros 15 minutos se dedicaron a hablar de ella, de su madre, de Alberto Isla y de cotilleos varios.
Desde que aceptara este trabajo en el que básicamente no hizo nada más que dejarse peinar, maquillar y vestir.

De lo del libro no queremos hablar. Quizá el capítulo más sorprendente es aquel en el que Chabelita, madre soltera a sus 18 años, da las claves para encontrar a un "chico diez". Curioso. Mientras tanto los periodistas y escritores marchándose al extranjero para poder publicar. Marca España.

Alejandro Albalá es el siguiente en llegar hasta el centro del corazón de Chabelita. Con él se fue a vivir a Londres a aprender inglés. No debió ir muy bien la cosa y se volvieron a los 5 meses.

Entró en Supervivientes en 2015 donde puso los cuernos a su novio. Volvió a Sevilla y entró en GH VIP 6.

Carrera musical

Algún gracioso le dijo que diera el salto a la música. Ella no supo entender que estaba de coña y se lanzó. Se cambió el nombre por Isa P. El que le gastó la broma huyó a un paradero desconocido con una recompensa pendiendo sobre su cabeza.

Mientras tanto ella lanzó su single llamado Ahora estoy mejor donde apuesta por el reguetón y por el trap, el género musical preferido por todos aquellos carentes de cualidades vocales. Prometía muchas risas y burlas. Quiso ser Rosalia y acabó como una mala copia de Britney Spears maquillada como La Tigresa de Oriente.

Iba vestida de Britney en Oops! fingiendo haberse aprendido un baile. Y lo que es peor, rodeada de bailarinas que lo hacen igual de mal o peor que ella. Al menos conquista al espectador con su mirada muerta de conductor de autobuses y su media sonrisa de retrasada.

En el estreno de su videoclip tuvieron que quitar el contador de dislikes.
Los productores del single gastaron las reservas mundiales de autotune.

En la presentación oficial no fue nadie de su familia. Estaban ocupados viendo Gran hermano vip en el que participaba Anabel Pantoja.
Ella se puso a llorar por las esquinas lamentándose, cuando ha sido mala hija y mala hermana.
De hecho, ni la avisaron que su abuela estaba en el hospital.

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