Caso Dina

El Caso Dina (o Dinagate) es el Gurtel de Podemos, teniendo de protagonistas a Dina Bousselham, asesora de Pablo Iglesias, la abogada de Podemos Marta Flor y al Marqués de Galapagar.

Pablito quiso venderlo como una conspiración iluminati y que los extraterrestres lo habían violado. Que la policía patriótica lo perseguía y que Villarejo lo espiaba escondido en su armario.

El problema es que le tocó un juez que no era tonto y se dio cuenta que aquello no tenía ni pies ni cabeza.

Historia 

Todo empezó en 2015, cuando a Dina le robaron el móvil en un Ikea, cuando robaba lápices en el Ikea.

Ella denunció el robo, cosa improbable que sucediera en un recinto y que no lo registraran las cámaras de seguridad, pero denunciar una pérdida es mucho más vergonzante. Eso si hubo robo y no es un invento y fue quien la entregó la tarjeta a los medios y dijo eso como coartada. 

Pablo Iglesias quiso aprovechar para erigirse mártir y decir que los hombres de negro lo perseguían y que le espiaban. Aquello le venía de lujo para su discurso victimista de cara a las elecciones.

El juez del caso Tándem abrió una pieza secreta para investigar si el comisario José Manuel Villarejo por esto.

Te voy a azotar hasta que sangres
¡¡¡CHIVATA!!!
El contenido (unas fotos de Dina en ropa menor, alguna desnuda. Y alguna de Pablo poniéndose una camisa) llegó Eduardo Inda, que publicó el contenido en Ok Diario. Allí se pudo comprobar que El macho alfa que va de feminista es un machista y chungo.
Las tarjetas incluían capturas de intervenciones de Iglesias que Pablo quedaba como un marxista algo perverso convertido en un psicópata que azotaria a Mariló Montero hasta que sangrase.

Luego resultaría que Dina reconoció que había enviado a otras personas las imágenes de las conversaciones mantenidas en los grupos de mensajería de los que formaba parte. Por lo que no puede probarse que la fuente de OK Diario fuese Villarejo. La fuente pudo haber sido cualquiera.

La abogada de Podemos, Marta Flor, cuenta a los miembros de la dirección de Podemos, a través de un chat de Telegram, que los fiscales le habían propuesto que denunciaran. Seguramente solo fue al que le tocaba la churra.

Pablo Iglesias, tras conocer que el juez acababa de abrir una pieza secreta sobre el “caso Dina”, se personaba como “perjudicado” con un gorro de papel de aluminio diciendo que era una conspiración judeomasónico.

Resulta que la tarjeta llegó a Interviú y no se atrevieron a publicar nada de lo que había. Fue Antonio Asensio Mosbah (hermano de Ingrid Asensio) quien se la devolvió personalmente a Dina su dueña Pablo Iglesias, que según les habían dicho, era un tio honrado y feminista. Se la dio en buen estado. 

Iglesias vio las imágenes y decidió quedarse la tarjeta un tiempo, ya que andaba muy ocupado limpiando los 30 baños de su mansión.

Un año después se acordó de la tarjeta cuando limpiaba una estantería y quiso devolvérsela a Dina, pero resbaló con una cáscara de plátano, la tarjeta se le resbaló de las manos, rebotó en el fregadero y se metió en el microondas. Un pájaro manco entró por lo ventana y picoteó el botón de encendido y el aparato se puso en marcha.

Se la devolvió a Dina, pero quemada. La echó de la dirección del partido por chivata, pero como compensación para comprar su silencio, le dio la dirección de La última hora, un diario digital de propaganda del partido.

Salida a la luz

Todo se destapó por gracias al que fuera coordinador del servicio jurídico de Podemos, el abogado José Manuel Calvente.

Resulta que la abogada Marta Flor le tocaba la churra al fiscal anticorrupción Ignacio Stampa.
El fiscal se apartó del caso siguió con el caso, ya que le gustaba que le tocasen la churra. Y la merina.

Calvente, un abogado honrado y serio que se había subido al carro de Podemos en 2014 para combatir lo que no le gustaba de la sociedad se enteró, denunció la situación en el partido y se negó a participar en la patraña de la conspiración.

La abogada, Marta Flor contraatacó haciéndole un 016 y un #MeToo.
Ante esto, Calvente vio que le iban a echar del partido, porque eso de la presunción de inocencia no existe en el hombre y se guardó las pruebas.

Luego el partido en un ejemplo de regeneración democratica y transparencia quiso dar explicaciones en el congreso vetaron la comparecencia de Pablo Iglesias en el partido. Está claro que el vicepresidente de un pais puede azotar a quien quiera, violar la intimidad de una empleada y destruir pruebas sin dar ningún tipo de explicación.
Todo el mundo sabe que en el 15M lo que se pedía era vetar comisiones de investigación, que han parado a la ultraderecha, que la riqueza se ha repartido hacia Iglesias, antes de que Amancio Ortega se lo quede, que Vicente Vallés se inventa bulos y que la culpa la tiene Vox que hizo un mitin.

Evidentemente todo lo anterior escrito es un invento de las cloacas de estado para hundir al partido del pueblo, que los jueces son franquistas y los que han escrito este artículo son unos fachas.

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