Ley de libertad sexual

A mi no me preguntes
Solo soy una cajera...
Jijijijijijiji
La Ley de libertad sexual es uno de los mayores fiascos jurídicos de la historia de la democracia y una chapuza que no cumplía con los mínimos parámetros jurídicos exigibles. Podemos demostró que era incapaz de redactar una simple ley.

Un esperpento sin pies ni cabeza, rocambolesco desde el punto de vista de su contenido, infantil y sectario desde el punto de vista ideológico y amateur desde el punto de vista de su técnica jurídica, ya que provoca indefensión precisamente al colectivo que buscaba proteger: las mujeres. Que su propósito fuese el derecho a llegar a casa sola y borracha, de risa. Incluso se añadieron palabras inventadas.

Un proyecto de ley cargado de propaganda e inexactitudes y redactado con prisas para llegar al 8-M, aquél evento de 2020 que llenó la calle de feminismo. Y de Coronavirus.

Fue reformada derogada en 2023 por el PSOE. Lo más sangrante, con el apoyo del PP.

Historia

Provocó el primer encontronazo serio del gobierno de coalición de PSOE, que se vio obligado a corregir hasta los errores ortográficos del proyecto.

Pablo Iglesias, el macho alfa, culpó a Carmen Calvo de torpedear a Irene Montero y sugirió que el ministro de Justicia era machista por poner en duda la magnífica obra de la ministra de Igualdad. 

La ley se estuvo parada a la espera de la elaboración de una versión más acabada del texto que incluya el criterio y las observaciones de otros ministerios ajenos a Igualdad a que se escribiese algo que tuviese sentido en un país que no es una república bananera.

En realidad, nadie sabía  si el PSOE reharia la ley a su gusto y conveniencia o la dejaría morir discretamente en el limbo de los ridículos que cagan desde el Ministerio de Igualdad. 

Cabe preguntarse qué habría ocurrido en España si, en aquellos días cruciales de marzo, el Gobierno hubiera estado más pendiente de lo que estaba ocurriendo en Italia y no de enzarzarse en una guerra interna por la aprobación exprés de una Ley de la que ya dudaba hasta Podemos.

El súper fascista e hiper machirulo Consejo General del Poder Judicial, ante semejante aberración jurídica, aprobó por unanimidad el informe en contra de la Ley porque vulneraba la presunción de inocencia de los acusados y era contrario al derecho penal porque vulneraba la presunción de inocencia e invierte la carga de la prueba, lo que obligaba a demostrar la inocencia y no la culpabilidad.

Resumen

Solo Sí es Sí: Esto significa que solo se puede fornicar si ella dice Sí. Lo que diga él, a esta ley le suda la polla. Si ella no dice explícitamente Sí, es un delito. Si ella dice Sí y luego dice que no lo dijo, se aplica el #HermanaYoSiTeCreo y es delito. En ambos casos el hombre va a la cárcel por violación. A menos que tenga testigos o lo haya grabado, entonces irá a la carcel por violación grupal y difundirlo.

Puede ser el caso que haya firmado un documento, pero podría ser anulado porque ella podría decir que fue bajo coacciones. Entonces será delito y el hombre irá a la cárcel por falsedad documental y coacciones si a la mujer le sale del potorro. Un plan sin fisuras.

Muerte

Finalmente, tras casi mil delincuentes sexuales beneficiados, murió en su podemita versión poco después con ayuda del PP. Y lo peor, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

A pesar de esta humillación, Podemos ni se planteó abandonar el gobierno de coalición.

Irene Montero ni abrió la boca en la sesión y en Podemos siguen achacando la responsabilidad a los jueces que aplicaban la normativa vigente.


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