Verónica Forqué

Veronica Forqué fue una vieja, fea, tonta, mala actriz y peor actriz de doblaje. Con una voz como su estuviera chutada que se mueve como si le hubiesen metido anestesia general en cada músculo, con lo cual parecía estar siempre desesperada, deprimida y menopausica.

Su trayectoria como actriz está relacionada con el enchufe y lo trifásico.

Empezó enchufada por su padre José María Forqué.

Evidentemente una mujer tan histriónica acabó encontrando su sitio como chica Almodóvar.

Luego ya el amiguismo con muchos directores le consiguió papeles en otras películas. Y claro, para hacerle la pelota a esos directores le regalaban Premios Goya. Incluso de dos en dos.

La única película que está sembrada es en Kika, ya que prácticamente hace de ella misma.

También ha salido en series sin mucha historia.

Hoy en día está olvidada y bien olvidada.

Y eso que hemos obviado su horrendo doblaje del personaje de El Resplandor, que fue uno de los mayores destrozos de la industria.

En sus últimos años llevaba varios años de desvaríos. Se divorció después de 30 años y se había liberado del heteropatriarcado y  fumaba porros, le hacía fotos de guarrilla a su hija y estaba empoderada.

Lo último que hizo fue MasterChef Celebrity, hasta que los dejó colgados y abandonó.