Babosa

Las Babosas son caracoles que no pudieron pagar la hipoteca.

Por ello se ven obligadas a vivir a la intemperie, ya sea en la calle, en los jardines o temporalmente en conchas abandonadas.

Viven arrastrándose por el mundo baboseando todo a su paso.

Estas criaturas de aspecto repugnante se caracterizan por su lenta y deslizante forma de moverse, dejando tras de sí un rastro viscoso y repulsivo. 

Su naturaleza desaliñada y desprovista de dignidad las convierte en una especie despreciada y desafortunada, condenada a una existencia deplorable. 

Al carecer de una vivienda adecuada, se ven obligadas a enfrentar las inclemencias del tiempo, soportando el frío, el calor y la lluvia sin ningún refugio confortable.

Desprovistas de cualquier forma de propiedad o posesión, se conforman con subsistir de lo que encuentran a su paso. Su apetito insaciable las impulsa a devorar plantas y flores, dejando a su paso un rastro de destrucción y desolación. 

Su falta de control y su voracidad desenfrenada las convierten en auténticas plagas para los agricultores y jardineros, quienes ven sus esfuerzos desvanecerse bajo el ataque implacable de estos despreciables moluscos.

Aunque considerada un ser inferior y repulsivo, posee una curiosa habilidad para adaptarse a diferentes ambientes y condiciones. Aunque su aspecto gelatinoso y su comportamiento lento parecen limitar sus capacidades, han logrado sobrevivir a lo largo de los años gracias a su resistencia y persistencia. Sin embargo, su mera existencia sigue siendo un enigma y una fuente de desprecio para aquellos que se cruzan con ellas.

La presencia de babosas puede ser considerada una maldición para aquellos que tienen la desgracia de encontrarse con ellas. Su baba viscosa y repugnante, una sustancia pegajosa y desagradable al tacto, se adhiere a todo lo que toca, dejando una marca asquerosa y difícil de eliminar. Además de su apariencia poco atractiva y su movimiento desgarbado, la baba que secretan es un recordatorio constante de su presencia desagradable y repulsiva.

A lo largo de la historia, las babosas han sido objeto de burla y desprecio. Su imagen ha sido utilizada como metáfora para describir a personas despreciables y repugnantes, carentes de moral y dignidad. Su lenta forma de desplazarse y su actitud pasiva ante la vida han sido comparadas con la pereza y la falta de ambición. Así, el término "babosa" se ha arraigado en el vocabulario popular como un insulto despectivo utilizado para menospreciar a aquellos considerados indignos o inútiles.

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