Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, más conocido como Falconetti, El enterrador o Perro Sánchez, es un político psicópata y un megalómano ególatra perturbado. De los más mentirosos y embusteros que ha habido en España en toda su historia.
Un cínico y mentiroso que vendería a su madre para seguir siendo presidente o inventarse una comisión de expertos con las que secuestrar por dos veces a sus ciudadanos y a su parlamento, gobernando como un tirano a base de decreto.
Realmente cree que está tocado por una especie de aura divina y que solo necesita resistir o aguantar para salirse con la suya.
Tiene tanta capacidad para hablar con sus votantes como si estos fueran subnormales como de cambiar de opinión y criterio.
Está encantadísimo de conocerse. Tanto que no se la chupa porque no llega. O buscarse una mujer (o lo que sea aquello) igual que él.
Gobierna España con un ego grimoso y aunque su gestión como presidente haya traído una ruina épica, él sigue con la misma sonrisa de cretina suficiencia.
Biografía
En 1993 se afilió al PSOE, tras la victoria de El señor X Felipe González en las elecciones de ese año.
Se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial y doctor Cum fraude en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela.
Su tesis doctoral estaba guardada celosamente bajo siete llaves. Alguien consiguió dar con ella y eran copia-pegas a mansalva sin cita a los textos originales ni a sus autores.
Fue un canto al plagio indiscriminado con copias de los diarios de sesiones del Congreso de los Diputados, el discurso de un embajador y hasta una nota de prensa. Tan cutre fue todo que hasta había un párrafo repetido.
Política
Su carrera política la comenzó como concejal en el Ayuntamiento de Madrid por 2004 y 2009.
Solía visitar saunas gays de joven. Pagaba a chaperos, entre ellos a Begoño. Se enamoraron y Begoño se transformó en lo que es ahora.
Se casaron en 2006 por el rito transexual. Y eso si es verdad, porque igual hasta esto es falso. No existen fotos ni nada que lo pruebe. Las hijas en realidad no existen, son actrices contratadas o maternidad subrogada, una con el grumo de él y la otra con el de Sánchez.
En 2014 sucedió a Alfredo Pérez Rubalcaba al frente de la secretaría general del PSOE. Ganó las primarias a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. No las ganó por mucho, menos de la mitad de los votos y el partido quedó muy dividido.
En 2015 y 2016 fue el candidato propuesto por su partido a la Presidencia del Gobierno.
Tras las elecciones generales de 2016, en medio de una crisis del partido inducida por la tesitura de postular un gobierno alternativo a Mariano Rajoy o abstenerse ante la investidura de este último, Sánchez, contrario a la segunda opción, se vio forzado a dimitir como secretario general del PSOE tras un fallido pucherazo con unas urnas sin control.
En 2017 compitió en las primarias de 2017 recuperando el poder frente a Susana Díaz y Patxi López. Volvió a ganar pero el partido volvió a quedar muy dividido.
Retornó a la secretaría general del partido vengándose de quienes le habían expulsado en 2016, purgando todo el aparato y colocando a sus fieles con la intención de destrozar el PSOE desde dentro.
Tras el éxito de la moción de censura contra Mariano Rajoy de 2018, fue investido presidente del Gobierno en junio de ese año.
Volvió a ser investido presidente del Gobierno en enero de 2020, tras un acuerdo para la formación de un gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.
Desde entonces España de desangra sin parar. El paro subió alarmantemente, la economía se desmoronó y las plagas de Egipto arrasaron el país. Hizo la peor gestión de la pandemia y los peores datos de toda Europa (por más que lo ocultasen).
Ha destrozado la sociedad y la economía de España, a base de un discurso buenista e incoherente y sumido al pais en una ruina económica como nunca se habia visto y para rematarlo está convirtiendo el país en un infierno fiscal que terminará con lo poco que ha aguantado. Todo esto mientras se llena el país de inmigración ilegal.
No ha tenido ni una medida buena. Lo ha gestionado todo de puta pena. Para taparlo, inyectaba millones de euros a las Televisiones para limpiar su imagen y poder seguir así en el poder sin ninguna repercusión, rescataba compañías chavistas mientras miles de negocios están quebrando por falta de ayudas y él se tomaba vacaciones de varias semanas.
Escándalo tras escándalo. Y todo sin ninguna responsabilidad ni dimisión. Como si muere medio país, hubiera sido exactamente lo mismo. Se la suda todo.
Dinero para chiringuitos feminazis que no sirven para nada para crear redes clientelares y además subiendo los impuestos a la clase media, cosa que no ha hecho tampoco ningún puto país de Europa.
Inauguró su mandato con viajes a un concierto en Castellón y a la boda de un cuñado en La Rioja usando el Falcon, ya que dinero para el taxi no tenía suelto. Eso sí, revestido con el envoltorio de un viaje oficial con una agenda de pega para así utilizar el Falcon.
Desde entonces, lo único que ha hecho ha sido gastarse una millonada en sacar a Franco de El valle de los caidos y se afana en colocar a los amigos y cuates en cualquier latisueldo del Estado, con total desprecio de su capacitación.
Tampoco estuvo muy afortunado con su libro. Es más, el libro en realidad tampoco fue obra suya, sino de Irene Lozano, a la que pagó generosamente primero para ser la responsable de Marca España y, posteriormente, la presidenta del Consejo Superior de Deportes.
Ocaso
Tras el Ayuzazo del 4 M está más muerto que vivo y entre que la gente está hasta las pelotas de su dictadura plandémica y contentar a la UE para que le de dinerito está contra la espada y la pared. Trató de colar que subir impuestos con lo de declaración hacienda conjunta por "perspectiva de género" y hacer pagar peajes autovías porque "se gastaban". Tuvo que recoger cable en ambas ocasiones.
Luego se bajó los pantalones con Mohamed VI, indultó a golpistas y consiguió cargarse el partido desde dentro como se propuso tras su defenestración.
La reunión con Biden resultó ser un paseo por el pasillo con el americano pensando en sus cosas. Igual pensaba que era el aparcacoches.
Ya todas las encuestas pronosticaban su apabullante derrota, a lomos de la victoria aplastante de Ayuso en Madrid.
Estaba contra la espada y la pared. Los catalufos saben que está jodido y ya le han dicho que el indulto no es bastante, y en Europa le tienen enfilado y con los indultos ya no le van a soltar ni un euro.
Sin dinerito de Europa irá perdiendo centenares de miles de votantes, probablemente más de un millón.
Sumando a ello su posible imputación por prevaricación y otros delitos que están por determinar. El Supremo ya le ha avisado de que los indultos serían autoindultos, ya que los líderes de los partidos que pretende indultar forman parte del Gobierno del Estado y la continuidad del Gobierno depende de dichos indultos, y por tanto los inhabilita, porque lo prohibe expresamente la Constitución y si hay justicia, acabará sentado en el banquillo de los acusados e Iván Redondo se tirará por un barranco de una vez.
Tras haber estado ausente desde que empezara la crisis de Afganistán reapareció para coordinar hacer el paripé de la evacuación de Afganistán en alpargatas.
Otro batacazo épico fue las elecciones andaluzas. Pero por motivos que nunca entenderemos este tío es incombustible. Se estaba yendo el partido a la mierda y sigue el colega en la poltrona, como Hitler en El hundimiento.
Las encuestas iban de culo y en 2022 intentó un golpe de estado. Por suerte le paró los pies el tribunal constitucional. A Felpudo VI ni estaba ni se le esperaba. Estaba muy ocupado sacándole brillo a su pin de la Agenda 2030.
En 2023 llegó la primera señal del final de su carrera. Se pegó un batacazo Épico en las autonómicas de 2023.
Tuvo que convocar elecciones. No espero ni un día.
Lo hizo en una comparecencia de solo un par de minutos. Conociendo su afición a la homilía, da la medida del cabreo que tenía.
Elecciones 2023
La debacle en las elecciones municipales y autonómicas fue tal, que tuvo que adelantar las elecciones.
Tomó la decisión por el bien de España cuando vio antorchas, piolets y sombras de guadañas de los barones del partido por la ventana de su casa.
Lo puso en periodo de vacaciones para tratar de no hundirse del todo, jugarse la baza a una baja participación por las fechas y de paso joder un poco más antes de irse.
Así se aseguraba que la gente que vote, lo haga por correo, con pucherozas consecuencias. Aunque tocaba mejorar el pucherazo, que parece que no les salió muy bien.
Si le salía mal, se cargaba al PSOE y a toda la izquierda, pero eso le importaba sus cojones y parte de los del Begoño. Si le salía bien, se garantizaba cuatro años y se descojonaba de todo el mundo.
A Podemos y Sumar los pilló con el pie cambiado. IU saltó del barco podemita al de Sumar.
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