Bill Gates
Antes de eso tenía una buena imagen. Algún tartazo y poco más. Pero luego le dio por las vacunas, Carne Sintética, Inversiones Agrícolas, Cambió Climático, Tapar el Sol, meter mano a empleadas o comer niños fritos en la casa de Jeffrey Epstein.
Mientras nos vende el "no tendrás nada y serás feliz" él se convierte en el mayor propietario de tierras de cultivo de EEUU y se hace unos largos en su piscina de dólares.
Pero no era la suficientemente rico. Así que compró tres millones de acciones del laboratorio alemán Biontech, pero aquel negocio no acabó de funcionar del todo.
Entonces patrocinó una reunión con la asistencia de lideres de farmacéuticas y planearon una pandemia mundial para llenarse los bolsillos. Compró un laboratorio en Wuhan y fabricó el Coronavirus. Luego lo soltó en la sociedad y se formó una pandemia mundial.
Pero ya tenía lista su vacuna en su laboratorio. La llamó Pfizer. Los del NOM aprovecharían el estado de alerta mundial para implantar el chip de manera obligatoria.
Todo iba viento en popa hasta que empezó a cagarla. Fue con su yate a Tenerife y se llevó algún recuerdo de allí. Su mujer se hartó de ver según que cosas y se divorció.
Pero llegó un momento que el Coronatimo perdió fuerza, ya que no sabía como explicar que la vacunación no funcionaba. Para ganar tiempo inventó Los repuntes de timocepas.
También empezó a cometer errores. Sus proyectos de vacunación masiva en países como India acabaron con la expulsíón de su Fundación tras numerosos casos de enfermedades y muertes provocados por las vacunas. Otros descubrieron que las vacunas contenían microchips con simples imanes.
Los líderes del NOM estaban cabreados. Como representante de la élite, tiene las horas contadas y ya le han bajado el pulgar.
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