Depresión post Masturbación

Depresión post masturbación, conocido como DPM, es el sentimiento de tristeza que surge cuando un individuo se hace el amor a sí mismo tras una labor de autoexploración, ya sea inspirándose con la computadora prendida, los pantalones abajo y una caja de pañuelos desechables al lado o con simples revistas en el cuarto del baño.

Se caracteriza por la tristeza, melancolía y malestar posterior al momento del orgasmo. También pueden aparecer angustia, sentimientos de vacío, desasosiego, inquietud e irritabilidad.

Afecta principalmente a hombres entre los de 13 y 99 años, independientemente de condiciones social, raza o credo. En algunos casos extremos, se te aparecen las mujeres que has violado telepáticamente como los muertos a Don Juan Tenorio.

Por lo general es un síndrome poco reconocido, ya que se trata de una situación que a menudo es ocultada y vivida con vergüenza.

Algunos lo llevan al límite y acaban haciéndose una paja con dos vasos de agua.

Historia

Este síndrome está ampliamente documentado cuyas primeras referencias se remontan a la época del Imperio Romano. Hacia el año 150 d.C. el eminente médico griego Galeno escribió: “Después del coito, todos los animales entristecen a excepción de la hembra humana y el gallo”.

Qué hacía el tal Galeno mirando como follaban las gallinas es un misterio.

Freud trató de enunciar una teoria y aseguró que era cosa del subconsciente y complejo de edipo. Nadie le hacía caso, ya que eso es lo que decía siempre y por esa época estaba chocho.

Teorias de su origen

La principal fuente de la enfermedad es desconocido, pero algunas de las causas es no tener novia, ni vida, ni sexo. La investigación está todavía en marcha. 

Después de venirse abajo con la enfermedad, el paciente presenta muchos síntomas. Algunos de los síntomas más comunes incluyen culpa, vergüenza, y se compromete a nunca hacerlo de nuevo, y destruir toda su colección de porno.

Hay una explicación científica muy larga y aburrida sobre hormonas neuroquímica que no te podemos explicar, ya que no la hemos entendido.

Lo que si te podemos explicar es que lo más probable es que sea Dios que te castiga.

Tratamiento

El primer paso es admitir que tiene un problema y que eres un pajillero de mierda.

Si el trastorno no se trata, puede dar lugar a cualquiera de los siguientes destinos terribles: pérdida del conocimiento, seguido por la pérdida del pene, así como la continuación de la decadencia mental y la muerte de unos gatitos a manos de Dios por cada paja.

Los métodos más efectivos van desde dos hostias bien dadas, ir a la iglesia de tu pueblo a confesarte o una buena tanda de Electroshocks


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