Blanca Paloma
En 2022 se presentó a la primera edición del Benidorm Fest con la canción Secreto de agua. Fue Chanel, cosa que enfureció a los progres y comunidad Woke.
Al año siguiente, en 2023 fue con Eaea, una nana. Captó lo que No es Eurovisión.
Pensaban que Rosalía era lo más en Europa y fueron casi todos con ese rollo. La pobre no sabía que lo de la tipa esa es humo y cantidades ingentes de publicidad.
Pensó que una nana por bulerías árabe electrónica con palmas y quejíos deslumbraría.
Aún así, en la segunda semifinal se los merendó a todos.
Finalmente ganó ella, la que desde el principio quería RTVE que fuera
Vicco se veía ganadora, ya que era la que más escuchas tenía, pero se quedó con las ganas. Agoney también.
La cosa pintaba bien. Estaba en el Top 5 de las casas de apuestas.
Pero en Eurovisión fue otra cosa. El jurado la puso novena con 95 puntos. Pero lo del televoto ya fue un desastre épico. Unos tristes 5 puntos. 3 de Portugal y 2 de los espectadores que veían el festival en toda Latinoamérica. Un desastre, chico.
Su futuro, al igual que Chanel, poco recorrido más tendrá. Más futuro tendrá manejando la barca de Remedios Amaya.
Firmó un contrato con Universal, discográfica que cuando fracase el disco, no sólo la despedirá, si no que la humillará como suele hacer con los triunfitos.
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