Lucas Curotto

Del awuachupedista Diego Nióslia Allá por

Lucas Curotto es un triunfito fracasito de 2023, sin saber que está generación ya no cree en OT pero sí en TikTok.

Nació un día cualquiera en Uruguay, aunque no quedó claro si fue en Montevideo, en un ensayo de banda indie o directamente en un videoclip de Bajofondo.

Desde pequeño mostró aptitudes para el canto, el llanto melódico y la expresión facial de alguien que siempre parece estar recordando una decepción amorosa. Su niñez transcurrió entre mates, clases de canto y reflexiones intensas sobre lo duro que es ser profundo cuando nadie te presta atención.

Operación Triunfo

En 2023, dio el salto a la fama al entrar en Operación Triunfo, donde fue rápidamente reconocido como “el que parece que está sufriendo incluso cuando canta reguetón”. Su estilo, mezcla de indie, despecho y carta de renuncia, cautivó a un nicho muy concreto: adolescentes tristes y adultos que todavía escuchan a Alex Ubago sin ironía.

Quedó quinto, lo que según las leyes no escritas de OT equivale a: “vas a tener una gira, una firma de discos en El Corte Inglés de Jaén y luego volverás al sistema laboral como todos los demás”.

Apenas unas semanas después de terminar su gira ya estaba trabajando de camarero.

Universal Music

Los sueños se cumplen, a pesar de ser su album de OT el peor vendido.

Firmó con Universal Music en 2024, lo cual fue anunciado con júbilo como si se tratase de un premio. Lo fue, durante unas semanas. Luego vinieron los singles, los planes suicidas (musicales, no literales), las baladas de corazones rotos, pero los resultados debieron ser tan malos que le dieron la carta de libertad que actualmente compagina su pasión por la música con la noble labor de servir bebidas, llevar cafés y escuchar conversaciones de clientes que probablemente ganan más que él aunque canten peor. 

Lejos de desanimarse, aún cree que puede dedicarse a la música, pero solo le queda Onlyfans.


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