Sharon Stone

Sharon Stone (también conocida como Charito Piedras), nacida cuando el mundo aún no sospechaba lo que era capaz de cruzar de piernas sin consecuencias, es una actriz, mito erótico y mártir del cine estadounidense, famosa por interpretar el mismo papel de mujer fatal en diferentes grados de presupuesto, iluminación y vergüenza ajena.

Infancia y Juventud

Nació en Meadville, Pensilvania, lugar célebre por absolutamente nada, lo cual explicaría por qué Sharon decidió huir hacia Hollywood con la noble misión de ser algo más que un cruce de mirada. Con un coeficiente intelectual supuestamente alto —aunque nunca lo suficientemente alto como para rechazar Catwoman—, se creyó predestinada a algo grande. Lamentablemente, el destino era disléxico.

Carrera temprana

Sharon debutó como adorno de lujo en películas que el tiempo ha preferido olvidar, tal como su filmografía anterior a 1992. Durante una década fue contratada principalmente para ponerse de pie al fondo de la escena, emitir una línea insustancial, y volver a su camerino a practicar su única habilidad: la seducción con mirada de "sé algo que tú no sabes y probablemente involucre esposas".

Instinto Básico: El cruce que cambió al mundo

Entonces ocurrió el cruce de piernas más famoso desde la Última Cena. En Instinto Básico, Sharon encarnó a Catherine Tramell, una escritora con tendencia a asesinar amantes y hablar como si hubiera leído a Nietzsche en su versión con dibujos. La escena del interrogatorio redefinió el concepto de "sentarse con confianza" y convirtió a Stone en icono mundial, símbolo sexual y amenaza para los videos VHS.

Hollywood, en su infinita sabiduría, la encasilló en el rol de "mujer que probablemente te mate pero valga la pena", lo cual duró lo que tarda un productor en leer un guion y decir “¿puede cruzar las piernas en la página 43?”

Casino (1995): El cenit de la decadencia lujosa

Bajo la dirección de Scorsese y el aliento tóxico de Joe Pesci, Sharon brilló en Casino como Ginger McKenna, mujer con el alma de Las Vegas: hermosa, vacía y en ruinas. Por esta actuación fue nominada al Oscar, pero no lo ganó, probablemente porque los votantes sospechaban que volvería a matarlos en el baño.

Decadencia planificada: Musa, gatos y vergüenza

Después del éxito, Sharon decidió que el mejor curso de acción era sabotear su carrera como si fuera una película. Así aceptó roles en filmes como La Musa (donde interpretó a una musa que inspiraba guionistas a escribir malos guiones, sin darse cuenta de la ironía) y la inenarrable Catwoman, donde encarnó a una villana cosmética. El maquillaje era letal, el guion también.

Instinto Básico II: El crimen sin castigo

Convencida de que el mundo aún necesitaba otro cruce de piernas, Stone regresó con Instinto Básico II, una secuela innecesaria que logró lo impensable: borrar el erotismo del original a punta de mala actuación, mal guion y peinados de señora que administra un gimnasio para jubilados.

Legado: Un mito en ruinas... pero con tacones

Hoy, Sharon Stone es recordada como una actriz que fue aclamada, olvidada, redescubierta y finalmente canonizada por canales de cable a las tres de la mañana. Su nombre evoca sensualidad, misterio, y una cadena de malas decisiones cinematográficas que podrían usarse como advertencia en escuelas de cine.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Rebobinable Hombre de las Nieves

Nacho Duato

Barrio Sésamo