V República Catalana
La República Catalana, también denominada República de los 8 segundos o la independencia de Schrödinger fue una república que se independizó de España durante 8 segundos.
El día 10 de octubre de 2017, el Presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont proclamó la independencia pormiscojonesmorenos de Cataluña.
Nada más proclamarse bajó el paro y la delincuencia, subieron los sueldos, bajaron los precios, a las mujeres les aumentó el pecho dos tallas, brotó leche y miel de los grifos y llovieron billetes de 100, 200 y en algunos pueblos de 500.
Las ancianas dejaron de ser apaleadas y los que tenían los dedos rotos fueron sanados y quedaron en un leve hinchazón. También resucitaron dos muertos.
Las praderas eran más verdes y frondosas que nunca, el sol brilló más fuerte que nunca, brotó fuet de los árboles y todos los niños tuvieron helado de postre. Cataluña fue inmediatamente la primera potencia mundial.
Abrumado ante tanta felicidad, Puigdemont la suspendió 8 segundos después, ya que vio unas cuantas furgonetas de la guardia civil con porras y tras una filigrana dialéctica propia de tramposos y fulleros dijo que dijo Digo, no Diego, que si Manuel o Manel y que no le pegaran, que tenía gafas.
Realmente no se hizo efectiva, ya que nadie firmó nada. Tampoco la suspendió por lo anterior y porque tampoco firmó nada. El malvado Rajoy aplicó el 155. Ni un solo país reconoció la independencia.
A día de hoy nadie tiene claro si hubo o no hubo independencia o so todo este embrollo era para que Netflix pusiera la opción del catalán en su plataforma.
Se podría decir que todo fue producto de nuestro imaginación o un sueño de Antonio Resines. O que Puigdemont se hizo cacota y se le hayan quitado las ganas de proclamar Repúblicas por un tiempo. A menos que en lo que hemos parpadeando, haya proclamado la sexta república y no nos hayamos enterado. Teniendo en cuenta lo que duran las repúblicas catalanas es posible.
El día 10 de octubre de 2017, el Presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont proclamó la independencia pormiscojonesmorenos de Cataluña.
Nada más proclamarse bajó el paro y la delincuencia, subieron los sueldos, bajaron los precios, a las mujeres les aumentó el pecho dos tallas, brotó leche y miel de los grifos y llovieron billetes de 100, 200 y en algunos pueblos de 500.
Las ancianas dejaron de ser apaleadas y los que tenían los dedos rotos fueron sanados y quedaron en un leve hinchazón. También resucitaron dos muertos.
Las praderas eran más verdes y frondosas que nunca, el sol brilló más fuerte que nunca, brotó fuet de los árboles y todos los niños tuvieron helado de postre. Cataluña fue inmediatamente la primera potencia mundial.
Abrumado ante tanta felicidad, Puigdemont la suspendió 8 segundos después, ya que vio unas cuantas furgonetas de la guardia civil con porras y tras una filigrana dialéctica propia de tramposos y fulleros dijo que dijo Digo, no Diego, que si Manuel o Manel y que no le pegaran, que tenía gafas.
Realmente no se hizo efectiva, ya que nadie firmó nada. Tampoco la suspendió por lo anterior y porque tampoco firmó nada. El malvado Rajoy aplicó el 155. Ni un solo país reconoció la independencia.
A día de hoy nadie tiene claro si hubo o no hubo independencia o so todo este embrollo era para que Netflix pusiera la opción del catalán en su plataforma.
Se podría decir que todo fue producto de nuestro imaginación o un sueño de Antonio Resines. O que Puigdemont se hizo cacota y se le hayan quitado las ganas de proclamar Repúblicas por un tiempo. A menos que en lo que hemos parpadeando, haya proclamado la sexta república y no nos hayamos enterado. Teniendo en cuenta lo que duran las repúblicas catalanas es posible.
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