Alba Reche

Viendo que no
Compraba nadie sus
Canciones

Alba Martínez Reche es otra triunfita que le gusta mucho ir arreglada potenciada. Con una carrera prometedora si no la sigue cagando con sus declaraciones progres y sus monsergas buenrollistas.

Entró en Operación Triunfo en 2018 y se declaró bixesual e intentó hacerle la tijera a Natalia. Quedó finalista, pero destrozó Creep en la gala final de OT y se quedó con las ganas.

Luego la dejaron fuera de Eurovisión por dar por culo con su anti israelismo. Por quedar bien con sus cinco fans perdió una oportunidad de fracasar en el concurso musical. Y más con la canción de mierda que quería llevar.

Tras el concurso se cambió de imagen y se convirtió en una mala copia de Katy Perry.
Debutó con Medusa, un single mediocre, soso y aburrido. Con un estribillo pesado y un videoclip que parece un pase en video de fotos de un Instagram.
No se sabe si canta español, inglés o élfico.
Debe tener el récord mundial de cambio de planos en menos tiempo.

Lo estrenó durante el Coca Cola Music Experience (CCME 2019) que fue un horror de actuación.

Debutó en un horror de puesto 58 en Spotify para caer al 126 en su segundo día y al 148 en el tercero. Con Caronte, su segundo single fue aun peor. No se sabe si era Caronte o Remedios Amaya quien manejaba su barca o quién.

Una carta de presentación horrible.  

El disco prometía ser un flop y de los grandes y podría acabar vendiendo chuches como Marina o en el Mediamark con Thalia.

Su primer disco (Quimera) fue en octubre de 2019. No se fue al rollo moderno y de consumo rápido y no son canciones al voleo buscando ventas inmediatas y buscando una carrera larga. Otra cosa es que se venda a 0,99 en el Carrefour. Lo de su cover de Miguel Bosé, una cosa que no logramos comprender.

Ahora con su carrera estancada se pirra porque la llamen para Eurovisión. Igual eso le enseña a no dejar las oportunidades que te da la vida.

Su segundo disco fue La pequeña semilla en formato EP y es un batiburrillo sin mucho interés y muy aburrido.