Karmele Marchante
Plácido Domingo Me chupó un pezón |
Nacida para informar, con el mismo rigor o más con que se puso a cantar.
Siempre va con un maquillaje barato que no es capaz de esconder su fealdad. Ha basado su actividad profesional en el chismorreo, el rumor y el oportunismo, y lo ejerció en programas deleznables, que explotan los sentimientos más bajos de la sociedad.
Jesús Mariñas le gritaba "¡Que te calles Karmele!", y triunfaban. Aquel dúo acabó mal. Una noche, Mariñas le dijo en DEC, se negó a besarla diciendo que él elegía muy bien lo que besa y Karmele le daba asco.
Biografía
Iba por buen camino como profesional de la información. Inició su carrera en medios de prensa escrita tanto en Barcelona como en Madrid, en la UNESCO y como corresponsal en varios países. En televisión, el medio que le ha dado la fama, empezó como reportera de varios espacios informativos de TVE, como Informe Semanal y por lo que dice ella, a Plácido Domingo le ponía palote.
Pero prefirió el camino más fácil, el del cotilleo, que inició en la década de los ochenta en el programa La Tarde, que presentaba Pepe Navarro y posteriormente, ya en la década de 1990 en Pasa la vida, con María Teresa Campos, por no hablar de su salto al vacío como colaboradora del programa Tómbola.
Abandonó cualquier atisbo de periodismo cuando comenzó a colaborar en él. En este programa, ella y otros que decían ser periodistas, cual pelotón de fusilamiento, preparaban una encerrona a un invitado, principalmente de medio pelo. Todo esto financiado con dinero público. Sus enfrentamientos con Jesús Mariñas hicieron famosa la frase "¡que te calles Karmele!".
Karmele acusó a Carmen Sevilla de estafa en relación con su participación en una Fundación de ayuda a discapacitados y Carmen Sevilla fue al programa siendo ella la que la humilló a ella en directo, incluso casi la hace llorar.
Tras cancelarse Tómbola acabó en programas basuriles de Telecinco.
Acabó en Supervivientes, que es donde Mediaset mete a sus fichajes fallidos y arrastrados varios. Allí se transformó completamente en la friki que es hoy.
La contrataron en Sálvame. Ella, que fue una de las pioneras del periodismo basura y esta misma corriente se volvió en su contra.
Cada día en Sálvame la humillaban en directo. Allí consiguió una dimensión estrafalaria notable.
Ninguno de los colaboradores del programa le tenían aprecio. Karmele Marchante fue uno de sus miembros más polémicos. No aportaba nada y mentía cada vez que ofrecía una información.
Un momento relevante fue cuando se convirtió en Pop Star Queen y pretendió ir a Eurovisión, es decir, repetir la estrategia de Chikilicuatre.
Mermelada intentó matarla tirándole un trozo de plato de cerámica. La hemorragia hizo que todo el mundo corriera a
Por no hablar de sus broncas en directo con Mila Ximénez. En una ocasión casi llegan a las manos. Cada vez que esto pasaba, Karmele decía que iba a dimitir pero no pasó hasta que, después de mentir sobre su propia vida en La Caja Deluxe y de que el programa le hiciese una cámara oculta para descubrirla, decidió poner punto y final. Finalmente fue un punto y seguido y Karmele Marchante se bajó los pantalones y regresó seis meses después ante el estupor de sus compañeros.
Visto el poco aprecio que le tenían, decidió dejar la televisión e incluso a España.
Su destino fue Gran Bretaña y seguro que algo tuvo que ver con lo del Brexit.
Invirtió su energía en Haití. Puesto que ya concursó en el reality Supervivientes y tiene la capacidad de contagiar buen rollo en momentos duros. Aclaró que no tenía intención de cantar Soy un tsunami porque entendía que no era una referencia demasiado afortunada. Sólo quería ayudar, animar a la gente, recoger cosas del suelo.
Desde entonces está desaparecida del mapa y tiene desintonizado Telecinco.
Comentarios
Publicar un comentario
Puedes comentar en esta web usando los comentarios que cada página tiene para comentar si te ha gustado o para insultar a su autora y decir que este blog es una mierda. Tanta sinceridad puede llegar a que otros lectores se sumen a lo que es ya, un secreto a voces. La verdad duele.