Miguel Lacambra
Miguel Lacambra, más conocido como Miguelovic, es un periodista megapalmero del PSOE que tiene que mantener el anonimato por culpa de la extrema derecha (guiño, guiño).
Entre sus obras literarias se haya su tesis doctoral llamada "El 8M no contagió a nadie, ¡No podía saberse!", el cual ganó un premio Goya 3 EMi y 5 Grammys.
Tuvo una vida meteórica. Nació en 2020 y ese mismo año se sacó la carrera de periodismo en la Universidad de Zaragoza y poco tiempo después ya era conocido como uno de los mayores expertos en economía, política y pandemias del mundo.
Desde entonces hacía gráficas a tutiplén. Siempre estaba en la habitación. O con los datos, o apuñalando al mapache. Tenía la sardinilla ya como un espeto. Eso sí, se las hacía a palo seco, ya que respetaba a las mujeres y no quería violar a ninguna telepáticamente.
Su trayectoria alucinó a Antonio Maestre, Quique Peinado y Echenique. Dieron un telefonazo a Pedro Sánchez para nominarlo a que tuviera un ministerio.
Le iba a dar El ministerio de cosas fantásticas e imaginarias o el Ministerio de la verdad, ya que el de Consumo se lo habían dado ya a un subnormal.
Pero Miguel estaba muy ocupado ayudando al padre de Antonio Maestre a descargar su camión, plantar unas coles y asistir a un par de detenidos del turno de oficio, escribiendo crónicas en Lo País y haciendo análisis estadísticos para el INE.
Cuenta la leyenda que fue visto cuando los ciudadanos estaban en una junta en el ayuntamiento para saber que hacer con el dinero de la caja B de Podemos y él propuso que lo invirtieran en una empresa llamada Neurona.
La moción fue apoyada por Antonio Maestre, pero no por los demás del pueblo. Por alguna razón que se desconoce, quisieron lincharlo, así que Maestre lo rescató y escaparon al estilo de Batman.
Pudieron huir del lugar gracias a que por allí pasaba el taxista marroquí.
Ya a salvo pretendía escribir un ensayo donde demostraría que la culpa del Covid-19 era de Ayuso, pero murió en 2020 de Coronavirus, el cual le fue contagiado por el amigo del primo del compañero de piso de uno que fue a un mitín de Vox.
A su entierro fue Quique Peinado, Antonio Maestre y una tal Amy Martin. Echenique no pudo, ya que unos jawas lo secuestraron y vendieron pensando que era un androide.
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