Dina Bousselham

Dina Bousselham es una politóloga y espía marroquí que sacó pingües beneficios tocando la churra a Pablo Iglesias.

Es agente del servicio secreto marroquí, a través del Círculo de Jóvenes Demócratas Marroquíes (CJDM), una organización creada por un asesor y amigo personal de Mohamed VI.

Seguramente será la culpable del ocaso y caida de Pablo Iglesias y puede que de todo el partido cuando tire de la manta.

Biografía

Nació en Tánger (Marruecos) en 1990, hija de un famoso espía.

Ella fue formada en Marruecos como espía y con la misión de infiltrarse en la política española.

En 2008 fue enviada a Madrid. Allí licenció en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Complutense de Madrid como formación para cumplir su plan.

Allí ya coincidió con Iglesias y Juan Carlos Monedero como alumna. 

Sacó matrícula de honor, seguramente por "actividades extraescolares".

Empezó por abajo, en el colectivo Juventud Sin Futuro tras el 15M, ya que era una forma discreta de empezar.

Su trayectoria política arrancó en 2014 cuando fue elegida asesora por Iglesias convertido en eurodiputado tras el éxito de Podemos en las elecciones europeas.

Marruecos le encomendó a Dina que se acercara a Pablo Iglesias y consiguiera, de la manera que las espías acostumbran, que el líder podemita enfriara sus relaciones con el F. Polisario, que desde Tindouf, Argelia, lucha por la liberación del Sáhara, usurpado por Marruecos a España mientras el dictador Franco se encontraba hospitalizado y poco antes de su muerte.

Se convirtió en la sombra de Iglesias en Bruselas. Hasta tal punto que le tocaba la churra cuando aún él estaba con Tania Sánchez.

Se la tocó tan bien que en 2015 a la vuelta de Pablo Iglesias a España como candidato a la presidencia del gobierno, volvió a Madrid como integrante de su equipo. Pasó a ser la secretaria de comunicación en Podemos Comunidad de Madrid y a ser la responsable regional del Área de Migraciones cobrando un pastizal. 

En 2019 se presentó a las primarias de Podemos y quedó séptima. Aquello le garantizaba un escaño, pero como no tenía la nacionalidad española se quedó con las ganas. Estaba muy ocupada en su concubinato que se olvidó leer las normas.

Ocaso

Pero Iglesias se cansó de ella. Todavía era pareja de Tania Sánchez, la comunista que acabó en el gallinero detrás de una columna cuando lo dejó con el Macho Alfa y que finalmente acabó fuera de Podemos.

Entonces cambió a ambas por Irene Montero y Dina tuvo un ataque de cuernos. Entonces entregó una tarjeta SIM al director de interviú con información que acabaría viendo la luz en 2016 en varios diarios digitales con el ánimo de desprestigiar al líder de Podemos. Una hilera de whatsapps con polémicas conversaciones sobre la presentadora Mariló Montero ("La azotaría hasta que sangre") e informes confidenciales de la formación.

El chepudo sumó uno más uno y supo que fue ella. Luego ésta salió con la gilipollez esa de que un manco le robó el teléfono en un Ikea. Iglesias no se lo tragó y la apartó durante dos años.

Primero dijo que Pablo le devolvió la tarjeta quemada. Luego “la casualidad” hizo que cambiase su versión ante el juez y liderase el proyecto de ese “medio independiente” llamada Laultimahora.

A diferencia de Tania Sánchez, ésta no ha caído en desgracia. Mantener el harén resulta muy caro, pero la ventaja de ser de izquierdas es que te lo pagan otros, sino el partido.

Ponerle un periódico es la versión moderna de ponerle un piso a la querida. Desde entonces era la directora de este digital creado para atacar las noticias adversas a la vez que intoxicar con informaciones molestas a la de derecha y partidos democráticos.

Pero el diario se fue a la mierda y Pablo la metió en su canal de TV online. Muy claro no lo vio e intentó conseguir infructuosamente una plaza de profesora en la universidad.