Yolanda Díaz

Yolanda Díaz, más conocida como La Yoli es una niñata pijiprogre que hace cosas chulísimas que aspiró a ser lideresa mundial y no pasó de fashionaria.

Pertenece a la banda de inútiles, corruptos y caraduras que nos dan la brasa con frases vacías y palabros que quedan muy bonitos, que no solucionan nada, pero que nos llevan a la más terrible ruina y miseria.

Habla con un tonillo condescendiente como si todos sus votantes y votantas fueran retrasados, retrasades y retrasadas.

Proviene del Partido comunista, pero poca pinta de comunista tiene. Se gasta el sueldo entero en ropa y se pone cada modelito una vez, siguiendo la doctrina comunista. Ricos los dirigentes y el pueblo ya, si eso.

Biografía

Tiene tres másters en Recursos Humanos, Relaciones Laborales y Urbanismo cursos superiores y de posgrado en Relaciones Laborales; Derecho Urbanístico y Ordenación Territorial y Recursos Humanos.

Conocida en el Ferrol del Caudillo por no haber pegado un palo al agua en su vida y por moverse de partido a partido según le convienese.

Cuando tuvo su primer cargo público en Ferrol luchó por los trabajadores y la clase obrera se subió el sueldo y reformó por 8800€ su despacho. Un año duró en el cargo.

Fue subiendo escalones agarrándose a churras y coletas hasta llegar a ser ministra de empleo desempleo de España por obra y arte del excelentísimo comandante en jefe Pablo Iglesias.

Sus inicios en el cargo fueron duros, ya que Escrivá tuvo que explicarse lo que era un ERTE. Ella sabía de trabajadores y obreros lo mismo que la tarada de Rita Maestre o el jeta de Ramón Espinar sabían de la "Juventud sin futuro".

Eso sí, se lo pasó pipa en el cargo explicándose como el culo y usando ese tono alegre, divertido y desenfadado justo el día en que se conocían los peores datos de paro de España del siglo XXI incluso descojonándose cuando el país entero se iba a la mierda.

Está bien valorada por el votante porque se ha dedicado a repartir fondos europeos a modo de paguitas consumiendo paro por las medidas de un gobierno incompetente que impide trabajar a sus ciudadanos.

Unos ERTES que le han salvado el culo y que algunos creen que los ha inventado ella. De hecho, los suyos querían eliminar la reforma laboral que los incluía. ERTES que tuvieron que ser tramitados por gestoras privadas, pues ella no sabía por dónde le llegaba el aire

Otra medida engañosa fue subir el SMI. Una subida dañina para el mercado laboral y que no sirve de nada si no han hecho más que destruir empleo, antes y durante la pandemia. 

Sus logros, millones de parados, mayor tasa de desempleo juvenil, 1 millón de ERTES, o autónomos al borde del cierre y que siendo la responsable del SEPE y este lleva siendo un desastre toda la pandemia.

Si esta es la mejor de Podemos, agárrase los machos cuando se acaben las paguitas y le toque crear empleo. A ver qué hace.

Lo peor es que su votante medio creerá que todo el paro que hay es culpa de Franco y que  la ultra derecha soltó el virus para joder.

Semejante escabechina no podía quedar sin premio. Cuando Pablo Iglesias fue a combatir a Ayuso en la CAM, ella fue ascendida a lideresa del partido. Pero el troll de Sánchez promocionó a Nadia Calviño a Vicepresidenta segunda en sustitución de Iglesias y a él tercero.

Yolanda Díaz escracheándose

Para rematar todo, fue a manifestarse contra sí misma el 1 de mayo de 2021, esa fiesta donde sindicaleros apoltronados, vagos y corruptos se pegan unos homenajes de marisco a costa del trabajador.

Poco después, al mismo tiempo que impedía que abriesen y perdían dinero, pidió por favor a las empresas que no despidieran a nadie, que tuvieran empatía hasta que se creara un organismo que regulara esas cosas, como un Ministerio de Trabajo o algo así.

Mientras tanto, reformó el articulo 49 de la constitución española sin avisar a nadie.

Traición a Podemos

Los ángeles de Charo

Tras subir el SMI 15 miseros euros, con la inflación disparada, sin derogar la reforma laboral de Rajoy y el paro disparado como siempre (sin contar los Ertes), decidió dejar tiradas a las locas feminazis de Podemos y se lo quiso montar por su cuenta.

Dio la brasa con lo de la derogación de la reforma laboral para luego admitir que solo se suprimirá algunos aspectos porque técnicamente no se podía derogar.

Osea que disfrazan las palabras para no decir que no van a hacer nada de nada, ni derogar, ni cambiar, ni modificar. Una vez más Pedro Sánchez se rió de la raja morada y todo siguió igual.

Para su partido eligió a casi lo peor de la izquierda, Ada Colau, Mónica Oltra, una mora y otra que no sabemos quien es. Ni un hombre. Nada más presentarse en sociedad empezó a subir la economía. Subieron las ventas de huevos. Aunque también es verdad que eran para arrojárselos.

Mientras tanto, se la pegó como líder de Unidas Podemos en Castilla y León perdiendo el 50% de procuradores.

Sumar

Para su plataforma excluyó a Podemos por completo. Ni en el proceso de creación ni en sus listas.

Tras el batacazo de la izquierda en las autonómicas de 2023, con el adelanto electoral, pilló a todos por sorpresa y muchos vieron la posibilidad de desaparecer y se tuvieron que unir a ella y se convirtió así, de la noche a la mañana en la lideresa absoluta de la tercera fuerza. Luego poco a poco se fue diluyendo.

Tras la debacle en las europeas de 2024 dimitió como coordinadora de Sumar. Pero poco.

Pero no es tan tonta como para dimitir de ministra. Ya le había pillado el gusto a vivir en un palacete, viajar en Falcon y disfrutar de sus privilegios en el Gobierno. Luego resultó que tampoco dimitía. Le faltó escribir una carta a la ciudadanía.

Muy probablemente iba a dimitir para que la gente la admirara por su elegancia, pero como es tonta, no se dio cuenta que se quedaba de vicepresidenta y ministra, lo que le daba carrera para volver a presentarse en el futuro, ya fuese otra vez con Sumar o dentro del PSOE.

Pero algún  asesor avispado debió darse cuenta que, sin el respaldo de Sumar se quedaba sola ante lo que quisiese Pedro Sánchez y que la podía quitar de ministra cuando le saliese del pito en cuanto molestase demasiado y así que desdimitió.

Hoy en día se gasta todo lo que gana en comprarse un cohete para abandonar la tierra antes de que se vaya al carajo.