Gran muralla de Canarias
La Gran muralla de Canarias es una gran fortificación marítima construida de coral y piedra volcánica mandada construir por el Mencey Benaventus allá por el siglo XVIII para tratar de evitar que godos y bestias marinas entrasen en el reino de Canarias.
El muro se extiende por su cara Norte y Este, pero está abierto por Sur y Oeste, ya que el presupuesto no dio para más. Solo es visible los días despejados desde Murcia.
El Mencey trató de endosarle el pago a México, pero amenazaron con enviar a un barco del ejército de Mariachis bigotudos que cantarían rancheras día y noche.
Se abandonó la idea y quedó inconclusa, por eso que llegan pateras por abajo.
Cuenta la leyenda que parte del muro Sur existía, pero se derrumbó tras un concierto de José Vélez.
La mayoría de material se extrajo de San Borondón y parte de Chuchipanga. La primera se hundió y la segunda se salvó cuando se suspendió su construcción.
En la actualidad, los barcos de mercancías y de pasajeros, para poder flanquearlo tienen que pedir permiso en los muelles de las islas al bedel o conserje de turno que suelen ser el padre de Arístides Moreno y Mamé el bobo con La Banda de Agaete en las almenas.
Los canarios lo sortean con una técnica que llamamos el salto del pastor; al otro lado están los barcos.
Aunque el gobierno central haya pedido su demolición, ya que afecta en el comercio y Dulceida no puede enviar suministros de sus mierdas, la oposición se niega reiteradamente, ya que es una garantía de que no escapen Las K-Narias, Chago Melián y Davinia Gloria y se presenten a Operación triunfo, La voz o algún talento musical de una tele local de Andalucía.
Roberto Kamphof escapó de allí usando un saco de gofio, aunque hay quien asegura que lo tiraron desde un jet-foil desde el otro lado del muro. No se sabe, pero ahora es problema de otro.
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