Montse Mostaza

Pose de casting para
película francesa

Montse Mostaza (Barcelona, fecha desconocida porque nadie se acuerda) es una actriz española conocida por sobrevivir a rodajes donde ni el catering funcionaba, por aparecer en películas que nadie recuerda y por tener más academias en su currículum que papeles protagonistas.  

Ha sobrevivido a más rodajes que el catering de Televisión Española. Su carrera se caracteriza por aparecer en películas donde si pestañeas, desaparece, y en series que solo recuerdan los que tenían la tele puesta de fondo mientras cenaban.

Estudió interpretación en Londres, París, Madrid y San Sebastián, porque claramente no le bastaba con una sola ciudad para aprender a mirar intensamente a cámara. Se especializó en “Interpretación ante la cámara” y “Interpretación para animación”, lo que básicamente significa que puede actuar tanto con humanos como con muñecos.

Carrera

Debutó en 1995 con Puro Veneno, título que describe perfectamente lo que pensaron algunos críticos. Luego pasó por Nissaga de Poder y Happy House, series que hoy solo aparecen en foros de nostalgia. 

En cine trabajó con Julio Medem (Los Amantes del Círculo Polar, donde su papel dura menos que un anuncio de yogures), Álex de la Iglesia (Crimen Ferpecto, sí, con “f” que es más gracioso), y Chicho Ibáñez Serrador (La Culpa, porque alguien tenía que sufrir).  

También participó en coproducciones internacionales como Pourquoi Pas Moi? y Ah! C’était ça la vie, títulos que suenan más a canciones de Edith Piaf que a películas. 

En HBO América apareció en Viva S Club 7 in BCN, demostrando que incluso las boybands necesitaban figurantes con cara de “qué hago aquí”.

En televisión se la vio en Un chupete para ella (Antena 3, título que parece inventado por un guionista con resaca), El auténtico Rodrigo Leal (nadie sabe quién era el falso), Hay alguien ahí (básicamente “Poltergeist versión low cost”), y hasta en Ascensores, demostrando que puede actuar incluso en espacios reducidos.

En 2008 se trasladó al País Vasco, aprendió euskera para poder pedir pintxos sin que le miraran raro, y se metió en Goenkale, la serie que duró más que algunas monarquías. También apareció en Urte Berri On Amona, Amama, y en Gernika bajo las bombas, donde conoció a Luis Marías y luego repitió con él en Fuego (2014), porque si algo funciona, se exprime.

Regreso

Tras unos años en modo fantasma, reapareció con Disney+ (Balenciaga, miniserie donde todos miran ropa con cara intensa), Silvia Munt (Las buenas compañías, título irónico porque el cine español nunca da dinero), y Carlota Pereda (La Ermita, película con más humo que diálogos).  

Hoy en día sobrevive como actriz de fortuna. Si usted tiene un problema y se la encuentra, quizá pueda contratarla.