Álvaro Muñoz Escassi
Oh sí nenaaaa |
Pero pasó de ser un Playboy a ser una imitación menos graciosa de Arturo Fernández.
Una ardilla podría cruzar España caminando por los jujus que este hombre ha profanado. No necesitaría ni dar saltos.
Su carrera de empotrador empezó de adolescente con Mercedes Barrachina, una mujer casada a la que le hace un bombo, pero ejercerá la paternidad Ralf Fugen, el cornudo, que piensa que la criatura es suya.
No reconocerá públicamente a esta hija hasta 2015, cuando vende una exclusiva a la revista Hola. El marido de Merche se entera en directo por una llamada de Sálvame.
Luego, tras otros casos que no se sabe, empezó a cornear a toreros. Primero se enrolló con Vicky Martín Berrocal, después Blanca Romero.
Luego buscó otra que fuese más famosa como Lara Dibildos, hija de Laura Valenzuela.
Lara cortó con él, pero Escassi se paseó por las televisiones pidiendo perdón y conseguir que Lara lo perdonase. Y tanto lo perdona que le hace un chiquillo. Pero poco después rompen, ya que la noche le volvió a confundir.
Esta relación se truncó un día que salió de copas con un amigo y la noche le confundió como a Dinio.
Lara estuvo encontrándose pelos rizados ajenos.
Lara cortó con él, pero Escassi se paseó por las televisiones pidiendo perdón y conseguir que Lara lo perdonase. Y tanto lo perdona que le hace un chiquillo. Pero poco después rompen, ya que la noche le volvió a confundir.
Cómo resultado, un hijo que ha heredó la cara de su madre, a pesar de que estuviera operada.
Tuvo que tirarse diez años trincándose famositas hasta que le llegó el momento de los realities.
Tuvo todo un reality show llamado I love Escassi, un programa dedicado a buscarle pareja, allá por 2010. La ganadora fue una chica llamada Cristina, con quien no hubo mucho más.
Luego con una tal Patricia Martínez, se ofreció a ir cada día a la grada de ¡Mira quién salta! a animarlo mientras su cuernos iban creciendo a medida que pasaban los programas. En ese programa hubo algo más que saltos o baños con Sonia Ferrer y Verónica Hidalgo y su novia le abandonó.
Luego con una tal Patricia Martínez, se ofreció a ir cada día a la grada de ¡Mira quién salta! a animarlo mientras su cuernos iban creciendo a medida que pasaban los programas. En ese programa hubo algo más que saltos o baños con Sonia Ferrer y Verónica Hidalgo y su novia le abandonó.
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