David Civera

El único que aún
Compra sus discos
David Civera Gracia es un cantante español con miraditas de mafioso simpático y moreno de spray que sacaba temas casposos tipo Caribe Mix.
Su discografía es anodina, previsible y hasta desesperada.

Triunfó gracias por culpa del Lluvia de Estrellas de Bertín Osborne. Para más caspa, imitando a Enrique Iglesias, que si fuera poco eso, con su canción Es una experiencia religiosa.

Tras eso, inició su carrera musical y una ristra de temas de esos para el verano insustanciales, tan fáciles de digerirlos como de cagarlos.
Todas las letras de sus canciones son tan simples como estúpidas y él las interpreta con una sonrisilla picara tipo "miradme que simpático y seductor soy" que dan ganas de meterle la cabeza en una trituradora de carne. Todo lo acompañaba con unos bailecitos cutres del tipo Macarena para que las viejas y retardados de pueblo lo pudiesen bailar en las verbenas.

Se casó con Ana María Benedi y nació su primer hijo, suponemos que se quedaría embarazada como la novia de su primo.

Llegó a Eurovisión e hizo ver al resto de Europa la clase de caspa musical que había en su país.

Poco a poco se le fue acabando el rollo y acabó en el típico programa de famosos que están acabados. En su caso fue Mira quién baila.

Su caída se completó cuando cometió el error de mojarse por un partido político. Participó cantando en un mitín del PP en Aragón su Díle que la quiero, aunque quizá debería haber cantado el Que la detengan a Camps.
Después de eso, perdió gran parte de los pocos fans que le quedaban.

Actualmente sigue sacando discos, pero desde 2003 nadie les hace ni puto caso. Para poder pagárselos vende drogas en las puertas de los colegios. Uno de sus clientes fue Raulito.
Acabó en un psiquiátrico loco perdido por una tontería.

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