Marta Flich

A mi no me
 preguntes
Solo soy una
 economista
Jijijiji

Marta Flich es otra imbécil más que como tiene tetas grandes le dejan hacer el ridículo y decir payasadas.
Quiere hacer creer que vive de su inteligencia cuando de verdad vive de su físico, sobretodo de sus tetas, tan auténticas como el doctorado de Pedro Sánchez.

Su trayectoria no tiene nada que ver con la economía. Tiene de economista lo mismo que Belén Esteban de escritora.
Como economista no ha ejercido nunca. Solo como bloguera, youtuber, escritora de artículos de opinión o influencer. En todos estos medios ha demostrado tener ideas de bombero retirado y no tener mucha más idea de economía que un cuñado.
Cree que el dinero de las pensiones sale de una hucha mágica que simplemente se vacía o se llena gracias a una máquina de hacer tomates.
Solo le falta decir que para subir salarios hay que imprimir más billetes

 Biografía

Dice que estudió en la Universidad de Valencia y había realizado en 2001 un máster en Comercio Internacional por la Universidad de Delaware, que dicho así suena a mentira.

Tocando la churra
Al nieto de Franco

Era una simple empleada de La Caixa. Como no especifica que cargo, nos imaginamos que el más bajo; cajera.

Saltó a la fama en televisión gracias a su relación sentimental con el nieto del dictador allá por 2006, del que fue  su mantenida.
Le regaló un coche y pagó un piso de lujo sin poner reparos a que fueran pagados con el patrimonio de la familia del dictador.

Su carrera como actriz fue entre 2007 y 2008. Apareció como actriz secundaria figurante sin líneas de diálogo en Lalola de Antena 3, en Escenas de matrimonio y en la serie juvenil HKM de Cuatro. Debió desempeñar un papel muy discreto, ya que su nombre no aparece en el reparto de ninguna. A menos que se haya hecho "un Ana Allen".

También tiene una retahíla de escenas en películas en las que se desnuda y nos enseña su físico al completo, como el film pseudolésbico Vampyres en la que la interpreta a una vampiresa lesbiana o la erótica a la par que mala Omnívoros. Ambas de más que dudosa calidad.

Fracasó en la actuación y tuvo que hacerse youtuber. Tiene un canal de economía con explicaciones simplistas del nivel de un niño de 5 años que hasta un niño de 6 puede desmontar. Aun así tiene muchas visitas gracias a sus sesudas disertaciones políticas escotes que disfrutan los pajilleros y pagafantas de YouTube. Entonces comenzó a jugar la carta del feminismo para no acabar de camarera, puta o peor aun, volver a trabajar de cajera.

Actualmente ejerce de colaboradora en Cuatro, Todo es Mentira, donde utiliza las transparencia y sus atrevidos escotes para competir en audiencia con las presentadoras tetudas de Zapeando.

Cuando se descubre que se ha pegado la gran vidorra capitalista, con piso en calle Genova y cochazo, sale con lo del machismo para desviar la atención, con sus amigotes haciéndole campaña en las redes sociales.
Eso sí, lo del #metoo y el #yositecreo hermana se la pasó cuando lo de la violación de Carlota en Gran hermano. Entonces sí creía en la presunción de inocencia y sobretodo, en su bolsillo.

Pasó de mamar del franquismo puro a abanderar lo progre y feminismo de cartón a la defensa de GH donde se produjo una violación. Ni empatía con la violada ni sororidad. Francamente tiene más principios que Groucho Marx.