Nerea Rodríguez

Dientes dientes, que
Es lo que les jode

Nerea Rodríguez, más conocida como La coneja de OT nueva Gisela, es una triunfita no muy agraciada físicamente que cantar, canta poco. A no ser que le pongan Frozen o canciones Disney. Para colmo, ha caido al ostracismo por su escaso carisma y su soseria.

Nació en el bosque cuando sus padres fueron a recoger setas. A su madre le entraron ganas de cagar y se escondió tras un árbol.
El caso es que con la fuerza del jiñazo dio la luz, pero no se dio cuenta y se fueron a su casa a hacerse una tortilla de patatas.
Después de irse la pareja, fue adoptada por una pareja de conejos. Ya tenían hijos propios, pero donde caben 99 caben 100.
Ella adquirió grandes habilidades, todas relacionadas con comer zanahorias.

Su madre se dio cuenta que ya no estaba embarazada y fue al bosque por si acaso. Desde entonces existe la duda si se llevó a casa a su hija o a uno de sus 99 hermanos adoptivos. La duda existe hoy en día. Esa noche comieron conejo a la cazadora.

¿Que vamos a Disney?

En cualquier caso la crió como una hija y como solo sabía comer zanahorias, la fue presentando a concursos infantiles de canto. El más conocido fue La Voz Kids, el concurso musical de Telecinco, en 2014. Sin embargo, ninguno de los jueces la escogió para su equipo porque las audiciones eran a ciegas, pero no a sordas.
Rosario Flores y Malú estaban pensando en el precio actual del azúcar glass y David Bisbal en que si se había dejado el gas encendido o si seguía viva su última neurona. De todas formas ni en YouTube ni la web de Telecinco ponen la actuación, algo muy sospechoso.

En 2017 la eligieron para OT y salió expulsada la novena, y mucho fue.
Tras OT, los de la discografica no vieron que su carrera tirara por ningún lado y quisieron meterla en un grupo tipo Fórmula abierta con otros que no se iban a comer ni un torrao (Agoney, Raoul y Mimi). Pero éstos prefirieron estrellarse por su cuenta.

Solo ha sacado dos singles cutres y para salir del paso, a los que nadie le hizo ni puto caso.
Del primer single (Y ahora no) llamó más la atención la portada que el single, pero no precisamente para bien. Una portada horrible en la que aparecía más fea de lo que es, pareciendo un conejo o rata mojada y sin depilarse los brazos. Y eso por no hablar de la fuente utilizada. Más desganas imposible.
Con este tipo de detalles se ve que mucho no apostaban por ella.
Para colmo es una idea plagiada de la portada de un disco llamado Night Time, My Time de Sky Ferreira.

La canción, muy Disney Channel aburrida y nada original.

Intenta ser una balada emocional, pero no logra transmitir y queda como una composición cursi y vacía. El videoclip, aunque no es especialmente cutre, es cliché tras cliché y ya está muy visto. Una canción que a las dos escuchas aburre y que no aporta nada al panorama musical. Pasó desapercibida, y con razón. Una canción de relleno en un disco.
El segundo single (Tu segunda opción) era el mismo rollo.

Tras estos trámites singles le dieron la carta de libertad y acabó como cantante de musicales en La Llamada y cuya interpretación es la María más sosa de todas.

Participará en Tu cara me suena para relanzar su carrera o aprovechar el tirón para convencer a los de la discográfica para que le saque un disco que de otra forma nunca vería la luz.

Sacó un Ep navideño llamado Diciembres y sacó el single tan solo un día antes de nochebuena y el disco entero el 27. Ni que decir que tuvo una vida muy corta.